Ante la creciente tensión social provocada por las protestas contra la Ley 462, el episcopado apeló a la unidad y al amor al país para buscar el diálogo y la reconciliación.
Al término del plenario episcopal, los obispos venezolanos reafirman su compromiso de acompañar a las personas que sufren violaciones a sus derechos, y abogan por un país democrático y en paz.
Pidieron al primer ministro Ariel Henry tomar "una decisión sabia", luego de jornadas caracterizadas por violentas protestas en el país caribeño.
Mons. Daniel Fernández afirmó que, tras los sucesos recientes, quedó "un tendal de sufrimiento y dolor en el pueblo que llevará tiempo poder sanar", por lo que la Iglesia trabaja por la pacificación.