Instituciones eclesiales comprometidas con los migrantes que trabajan en la frontera Bolivia-Chile, piden una respuesta urgente a la crisis migratoria cada vez más dramática.
Pese a que las condiciones de la pandemia los obligaron a cambiar la modalidad de misión que realizan cada año, los jóvenes chilenos pusieron una vez más de manifiesto su espíritu evangelizador.
Con el lema "Señor convierte nuestros corazones", católicos chilenos se unieron en una jornada nacional de oración y reparación "por un Chile sin aborto y sin eutanasia".
Mons. Héctor Eduardo Vargas SDB emitió una declaración que denuncia "la herida permanente que sangra en la región de la Araucanía".