El Secretario de Estado del Vaticano denunció el peso de diversos intereses políticos, económicos, de poder y hegemónicos que obstaculizan una resolución humana a esta tragedia.
El Santo Padre unió su voz al llamamiento conjunto de los patriarcas de Jerusalén para que se ponga fin a la guerra en Gaza y para que la ayuda humanitaria fluya libremente al enclave.
El padre Gabriel Romanelli aseguró que "no podemos abandonar a las muchas personas que hemos acogido durante estos casi dos años de guerra y que nos acompañan en su destino".
El párroco de la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, vivió "otro domingo de guerra" y alertó que "se emitió una orden de evacuación para todo el vecindario".