Los prelados que acompañaron la delegación valoraron la experiencia como un impulso para la vida de fe, el compromiso social y el acompañamiento pastoral en el regreso a cada comunidad.
Fue el pedido que hizo el obispo auxiliar porteño en la misa por el Sagrado Corazón de Jesús. La Eucaristía se celebró tras la peregrinación desde la catedral a la basílica de Barracas.
Allí referentes de los credos se juntaron para rezar por la paz, cada uno según su fe y siguiendo la convocatoria interreligiosa que hizo en 1986 san Juan Pablo II.
Organizado por la Vicaría de Jóvenes, el encuentro tuvo lugar en la parroquia San Lucas, de la Pastoral Universitaria, e incluyó una merienda solidaria con personas en situación de calle.