Participaron quienes representan a la vida religiosa en las regiones, filiales y espacios. Se presentaron realidades, desafíos y oportunidades, para continuar caminando como "Peregrinos de esperanza".
Un llamado a poner en el centro a los más vulnerados marcó las actividades organizadas por la Vicaría de los Pobres junto a comunidades, movimientos y organizaciones sociales.
La realidad que mejor manifiesta el amor a Dios, sostuvo el arzobispo, "es sobre todo la ternura para con el sufriente, con el para con el débil, el hambriento, el sediento, el enfermo, el migrante".
Cristianos, ortodoxos y católicos se reunieron para dialogar sobre la riqueza que dejó el Concilio, su valor para el credo y sus afirmaciones sobre Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.