Así lo consideró el patriarca de Jerusalén de los Latinos, cardenal Pierbattista Pizzaballa en una entrevista. "Hay que detener esta catástrofe", clamó tras los últimos bombardeos.
El pontífice además exhortó a los líderes del país a que faciliten el acceso a esos auxilios y trabajen para lograr una solución pacífica de la guerra civil, con ayuda de la comunidad internacional.
El gobernador general de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro afirmó que "no es posible llevar alimentos, agua o medicinas". También reveló que cerca de un millar de cristianos huyeron de la región.
En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria este 19 de agosto, el Papa Francisco tuiteó un llamado a "deponer las armas" y aumentar la ayuda humanitaria.