"Los niños mueren de desnutrición", lamentó Anton Asfar, presidente de Cáritas Jerusalén, en medio del polémico reparto de ayuda humanitaria que provocó la muerte de decenas de personas.
El arzobispo mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, denunció que hay "cinco millones" de ucranianos al borde de la inanición y esta tragedia no aparece en las noticias del mundo.
La comisión Justicia y Paz aseguró que las condiciones de la población son 'incompatibles con la supervivencia" y reclamó el cese de los bombardeos.
Los líderes maronitas, bajo la presidencia del patriarca, cardenal Béchara Boutros Raï, denunciaron el sufrimiento de los civiles, víctimas de la violencia y el hambre.