Se trata de la madre Bernardita Rosario del Carmen Villarroel Quezada, de la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas. La designó el obispo Gustavo Montini.
Llevando la luz del Evangelio a cada rincón, aun en medio de las bajas temperaturas, grupos misioneros de Santo Tomé visitaron zonas urbanas y rurales y compartieron la fe con las familias del lugar.
Participaron numerosos docentes de instituciones católicas y no católicas de la diócesis. Mons. Montini llamó a revalorar la vocación docente, que es un don y un regalo.
En el marco del Año Jubilar diocesano, docentes y agentes pastorales participarán de una jornada formativa y espiritual, con el lema "La persona humana, fuente de esperanza y alegría".