El episcopado mexicano reconoce en su comunicado "el dolor y la angustia que embarga a miles de familias que han perdido sus hogares, bienes y medios de vida en estas zonas de desastre".
En un telegrama enviado al nuncio apostólico en Libia, el pontífice expresó su dolor por los miles de muertos y la destrucción masiva causada por el paso del huracán Daniel.
La presidencia del Celam envió su solidaridad y cercanía a las poblaciones de Centroamérica y México
Episcopado hondureño, expresó "comunión y cercanía espiritual" hacia los damnificados por los graves daños causados por el huracán".