El obispo de San Francisco meditó sobre el deseo de Jesús de encender el mundo con el fuego del amor de Dios, una misión que no excluye la división ni el rechazo, pero que culmina en la reconciliación
En su reflexión para el domingo I de Cuaresma, el obispo de San Francisco comparte una oración a Jesús, con la que anima a tener "confianza absoluta en su amor y en lo que Él sueña para nosotros".