La Vicaría Pastoral de Educación de la arquidiócesis de Buenos Aires elaboró, con el aporte de las comunidades, una oración con el fin de "encomendar su misión educativa a este gran santo".
El presidente del episcopado invitó a pedirle al "silencio" de San José la posibilidad de crear espacios de fraternidad para poder salir de la conciencia aislada" y también que cuide de la Iglesia.
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano destacó que San José enseña "a ser una Iglesia en salida, itinerante, para cumplir mejor los designios de Dios" y llama a ser testigos de esperanza.
Francisco exhortó a los representantes del Pontificio Colegio Belga a aprender de San José el arte de la paternidad, convirtiéndonos así en pastores capaces de cuidar del rebaño.