Jueves 28 de marzo de 2024

Dos nuevos diáconos en la diócesis de San Roque

  • 1 de noviembre, 2018
  • Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco)
Monseñor Hugo Nicolás Barbaro, obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, ordenó diácono al joven Nelson Elián Ris, el domingo 28 de octubre en la parroquia Nuestra Señora de Luján de Tres Isletas. El sábado 3 de noviembre, es el turno de Fabricio Alexandro Jara, que recibirá el diaconado en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, a las 20, en la localidad de Villa Ángela.
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Desde el mes de noviembre, la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña recibirá dos nuevos diáconos, ordenados por el obispo local, monseñor Hugo Nicolás Barbaro. Ambos se formaron en el seminario diocesano Cura Brochero.

Nelson Elián Ris, de 25 años, oriundo de la localidad de Tres Isletas, fue ordenado el domingo 28 de octubre en la parroquia Nuestra Señora de Luján. Mientras que Fabricio Alexandro Jara, recibirá el diaconado el sábado 3 de noviembre a las 20 en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Villa Ángela.

Los jóvenes neodiáconos fueron entrevistados por la oficina de prensa de la diócesis. "Siempre tuve una vida común y corriente como la mayoría de los chicos de mi edad", afirmó Nelson Elián Ris, quien destacó el rol que tuvo su madre en su formación cristiana: "Desde muy pequeño la acompañaba a misa. Ella me enseñó las cosas más elementales de la fe, como tratar con Dios, y la Virgen".

El joven de Tres Isletas admitió que, en la catequesis de confirmación, "fue donde por primera vez pensé la posibilidad de servir como sacerdote. No entendía mucho, seguía con mis actividades cotidianas y siempre aproveché para compartir mucho con amigos. Cada tanto pedía a Dios de ser fiel a su voluntad. En un campamento, volví a pensar con detenimiento en el sacerdocio: fue una invitación fuerte de parte de Dios".

"Charlé algunas veces con el párroco de mi pueblo y me animó a participar de los encuentros mensuales que se hacían en el seminario Cura Brochero de Sáenz Peña. Allí encontré un ambiente donde podía hablar sobre la vocación, entender que Dios nos llama a todos, a no tener miedo, a conocer mejor mi fe y a tratar con otros jóvenes de distintas parroquias que aprovechaban ese lugar para buscar lo que Dios quería para sus vidas", relató Nelson.

"Al finalizar mi confirmación y mis estudios secundarios estaba listo para iniciar una nueva etapa en mi vida: el 3 de marzo de 2012, junto a Fabricio, ingresé al seminario Cura Brochero. Allí pude discernir con más serenidad lo que Dios quería para mi vida. Luego de unos años, tuve la gracia de continuar mi formación al sacerdocio en el seminario internacional Sedes Sapientiae de Roma".

"Hoy estoy muy contento. Agradezco a Dios por todas las personas y medios que puso en mi camino para seguir creciendo en la santidad. Por otra parte, no dejo de pedir al Espíritu Santo su gracia, para anunciar a su Hijo con alegría y en el lugar que Él me pida", concluyó Nelson.

Fabricio Alexandro Jara vivió siempre con sus padres y su hermano en Villa Ángela. El joven recordó a los sacerdotes redentoristas de su parroquia y todo lo que aprendió de ellos: "La familia redentorista, a través de la capilla Nuestra Señora de Fátima, me ayudó a que la semilla de la vocación vaya germinando a través de la administración de los sacramentos", relató.

"Me prepararon muy bien tanto para mi primera comunión como para ser monaguillo. Durante esos años fue cuando pensé por primera vez la posibilidad de ser sacerdote". "Luego de sucesivas charlas con algunos sacerdotes, y los encuentros que se realizaban en Sáenz Peña, decidí ingresar al seminario Cura Brochero".

"Al igual que Nelson, hice parte de mi formación en el seminario internacional de Roma, donde pudimos estar cerca del papa Francisco, y crecimos en un mayor amor a toda la Iglesia, ya que teníamos compañeros de los cinco continentes". Al finalizar su testimonio, Fabricio mencionó: "Valoro el llamado de Dios para servir en esta diócesis, en este rincón del mundo donde hay tanta necesidad".

Los futuros diáconos ya se encuentran realizando una intensa labor pastoral. Acompañan al obispo en muchas actividades, colaboran con el Seminario Cura Brochero, animan la Pastoral Universitaria y ayudan en colegios diocesanos. Simultáneamente continúan su preparación hacía el sacerdocio.+