Sábado 27 de abril de 2024

Catamarca inició la Semana Santa peregrinando al santuario de la Virgen

  • 25 de marzo, 2024
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
En vísperas del Domingo de Ramos, cientos de personas provenientes de las parroquias que componen el decanato Capital participaron de esa popular manifestación de fe a la patrona.
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Con el lema "Velen y oren", cientos de fieles catamarqueños participaron el sábado 23 de marzo, vísperas del Domingo de Ramos, de la tradicional peregrinación al santuario de la Virgen del Valle, jornada enmarcada en el Año de la Oración con motivo del Jubileo 2025.

Provenientes de las diversas comunidades parroquiales del decanato Capital, junto con cadetes de la policía local, y acompañados por el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, y algunos sacerdotes, los peregrinos se congregaron en la plaza de Choya y emprendieron la caminata hacia el santuario.

Durante el recorrido rezaron las estaciones del viacrucis contemplando el misterio de la Pasión y Muerte de Jesús, intercaladas con cantos penitenciales y reflexiones, algunas tomadas de la carta pastoral de monseñor Urbanc sobre la oración.

A medida en que los peregrinos avanzaban, el prelado y los sacerdotes participantes atendieron a quienes se acercaron a recibir el sacramento de la Reconciliación o Confesión.

En la explanada de la gruta, el obispo bendijo los ramos de olivo y junto con los fieles se desplazó en procesión, emulando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, hasta el altar donde presidió la Eucaristía, que fue concelebrada por el vicario general, presbítero Julio Murúa; y sacerdotes del decanato Capital, entre ellos los rectores del santuario y la catedral, presbíteros Gustavo Flores y Santiago Granillo.

En la homilía, monseñor Urbanc manifestó: “En esta tarde hemos peregrinado junto con todo el pueblo de Dios, porque en nosotros han estado representados todos los bautizados de nuestra querida diócesis”. 

“Y nos convoca este solar, donde la Virgen María se dejó encontrar hace más de 400 años, para iniciar la Semana Santa. Es un lugar sagrado, y gracias a Dios que lo hemos podido poner en valor con la ayuda de fondos para esta obra, para tener un espacio como lo quiere la Virgen, un espacio de oración, de silencio, de meditación, de conversión, de celebración de los sacramentos como la Reconciliación y la Eucaristía”, continuó.

Por otra parte, tomando las lecturas bíblicas, aseguró que “la frase fundamental de todo lo que hemos escuchado es el acto de fe que ha dado al pie de la Cruz, al final del Evangelio, el soldado romano, un pagano. Él relata que cuando Jesús muere, como lo habían preanunciado los profetas, el velo del templo se rasgó por el medio. Es decir, que aquello había terminado y empieza una nueva historia, habrá un nuevo templo. Ese templo somos todos nosotros”. 

“Este soldado afirma: ‘Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”, el gran acto de fe. Y Jesús llega a ser verdaderamente Hijo de Dios porque obedeció a su padre hasta la muerte, y muerte de cruz. San Pablo en la carta a los Romanos lo llama la obediencia de la fe”, agregó.

El prelado destacó que “nosotros vamos a llegar a ser hijos de Dios cuando estemos dispuestos a morir desde la fe por los demás. Y esa muerte es la muerte a los propios caprichos, a esos puntos de vista mezquinos”.

Hacia el final de su prédica pidió a Dios y a la Virgen que "nos ayuden en esta Semana Santa a todos los catamarqueños bautizados a hacer la voluntad de Dios, para que así lleguemos a ser de verdaderos hijos e hijas de Dios”.

Un llamado a la paz
Por otra parte, monseñor Urbanc confió que “realmente estoy muy azorado, muy desolado interiormente por la violencia que hay en el mundo, las guerras que tenemos, tremendo. Tenemos que pedir que aquellos que en el mundo manejan el negocio de las armas no las hagan”.

Frente a esta realidad, señaló: “Tenemos que pedirle al Señor, quien vino a traer la paz, que vino a reconciliarnos con nuestro Padre Dios, que nos otorgue esa paz. Y que todos seamos verdaderos artesanos de la paz, trabajemos por la paz. En primer lugar, busquemos la paz dentro del corazón”. 

“Sáquense el odio, la bronca, los rencores, esa sed de venganza, no sirve. Eso es como tener un arsenal de armas adentro. Hay que tener paz en el corazón y así vamos a poder tener paz en nuestras familias y en nuestra sociedad”, enfatizó.

Ayuda a Cáritas diocesana
Durante el acto penitencial, el equipo de Cáritas diocesano recibió la donación de alimentos no perecederos, que luego serán destinados a las personas más necesitadas, en los puestos dispuesto a tal fin.

Las personas que no pudieron participar de manera presencial, particularmente los ancianos, enfermos y privados de la libertad, pudieron acompañar con la oración a través de la transmisión en vivo por el 104.3 de Radio Valle Viejo, que adhirió a esta manifestación de fe.+