Viernes 19 de abril de 2024

Gran expectativa en Rosario por la asunción del arzobispo

  • 22 de agosto, 2014
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
La comunidad católica de Rosario y alrededores aguarda con expectativa la toma de posesión episcopal del nuevo arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, que se efectuará el próximo domingo 24 de agosto, a las 16, en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera.
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La comunidad católica de Rosario y alrededores aguarda con expectativa la toma de posesión episcopal del nuevo arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, que se efectuará el próximo domingo 24 de agosto, a las 16, en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera.

Para la ceremonia, asistirá el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli. Asistirán también a la misa de toma de posesión el actual administrador apostólico y arzobispo emérito de esta arquidiócesis, monseñor José Luis Mollaghan, y otros arzobispos y obispos del país.

Como es tradicional para estas ocasiones, se aguarda una multitudinaria presencia de las comunidades parroquiales, movimientos y asociaciones eclesiales, representadas por los sacerdotes, diáconos, consagrados, religiosas y laicos. Al terminar la celebración, un sacerdote, una religiosa y algunos laicos dirán unas palabras de bienvenida. Luego, el presbiterio rosarino mantendrá un encuentro fraterno con el arzobispo y los demás prelados que hayan viajado para la ocasión.

Para preparar el espíritu para la significantiva ocasión, el arzobispado local divulgó una oración para rezar por el ministerio del nuevo arzobispo, que dice así:

Padre de bondad, mira a tu pueblo
que peregrina en nuestra arquidiócesis de Rosario
y se prepara para recibir a su nuevo pastor.

Te pedimos Señor que dispongamos
nuestro corazón y el de nuestras familias,
así como el de nuestras parroquias y comunidades,
juntamente con cada sacerdote, religioso, religiosa y laico,
para recibir al futuro arzobispo.

Que nuestra bienvenida en el día de su llegada,
se prolongue cada día,
y seamos fieles al llamado que recibimos en el bautismo
de vivir la santidad y formar parte viva de la Iglesia.

Que no pensemos sólo en nuestros intereses,
sino que nos demos con generosidad,
para pertenecer y construir la familia diocesana.

Que tengamos corazones de hijos y de hermanos,
que nunca lo abandonemos,
y lo aprendamos a querer y a cuidar,
con espíritu generoso.
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