Miércoles 4 de diciembre de 2024

'La liturgia debe ser para todo el pueblo de Dios', afirma el Papa

  • 8 de febrero, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió a miembros del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y les recordó que la Iglesia debe intentar hablar de manera comprensible a los hombres de su tiempo
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En su discurso ante la asamblea plenaria del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Papa Francisco aseguró que “sin reforma litúrgica no hay reforma de la Iglesia”.

El pontífice abrió su discurso señalando que, incluso sesenta años después de la promulgación de la constitución conciliar Sacrosanctum Concilium, esta sigue siendo muy relevante, ya que contiene, afirmó, "una voluntad precisa de reformar la Iglesia en sus dimensiones fundamentales: hacer crecer cada día más la vida cristiana de los fieles; adaptar mejor las instituciones sujetas a cambios a las necesidades de nuestro tiempo; fomentar aquello que pueda contribuir a la unión de todos los creyentes en Cristo; revitalizar aquello que sirva para llamar a todos al seno de la Iglesia”.

Se trata, pues, de una profunda obra de renovación espiritual, pastoral, ecuménica y misionera, afirmó el Papa, añadiendo que los Padres de la Iglesia eran conscientes de que, "sin una reforma litúrgica, no hay reforma de la Iglesia".

El sucesor de Pedro continuó explicando que la reforma de la Iglesia depende del amor de la Iglesia a Cristo, de su “fidelidad esponsal”, hasta el punto de conformarse plenamente a Él.

La Iglesia como mujer
Hablando, asimismo, del papel de la mujer en la Iglesia, Francisco destacó la importancia de que la Iglesia misma sea mujer. “Por eso dije que toda reforma de la Iglesia es siempre una cuestión de fidelidad conyugal, porque ella [la Iglesia] es mujer”, explicó.

El objetivo de la reforma litúrgica -en el marco más amplio de la renovación de la Iglesia- e,s precisamente, "realizar esa formación de los fieles y promover esa acción pastoral que tiene la sagrada liturgia como cumbre y fuente", afirmó el Papa.

Un esfuerzo conjunto
En el espíritu de colaboración sinodal entre los dicasterios, Francisco expresó su deseo de que la cuestión de la formación litúrgica de los ministros ordenados sea tratada conjuntamente por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, por el Dicasterio para el Clero y por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, “para que cada uno ofrezca su contribución específica”.

"Es necesario garantizar que la formación de los ministros ordenados tenga también, cada vez más, una impronta litúrgico-sapiencial", pidió el pontífice, "tanto en el plan de los estudios teológicos como en la experiencia de vida de los seminarios".

Al finalizar su discurso, el Papa Francisco subrayó que “las primeras oportunidades concretas para la formación litúrgica son los domingos y las fiestas celebradas a lo largo del año litúrgico”.

"Otros momentos en los que la gente participa más en las celebraciones y en su preparación", observó al respecto el Papa, "son las fiestas patronales y cuando se administran los sacramentos de la iniciación cristiana, que pueden ser también momentos de formación litúrgica de todos los bautizados.

Añadió que esos momentos, "preparados con solicitud pastoral, se convierten en ocasiones propicias para redescubrir y profundizar el significado de celebrar hoy el misterio de la salvación”.

Finalmente, Francisco recordó a los presentes que su tarea “es grande y hermosa”, y por ello concluyó diciendo: “Les doy muchas gracias y los bendigo de corazón”.+