Viernes 6 de junio de 2025

León XIV a la Secretaría de Estado: 'El Papa no puede seguir adelante solo'

  • 5 de junio, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa agradeció el apoyo y advirtió sobre 'ambiciones o antagonismos'. "La Secretaría de Estado refleja el rostro de la Iglesia hoy", aseguró.
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El papa León XIV pintó un retrato de la Secretaría de Estado como "una gran comunidad que trabaja en torno al Papa" y advirtió que "este lugar no debe verse contaminado por ambiciones ni antagonismos". Fue durante la audiencia concedida esta mañana a miembros de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.

El pontífice dijo, en primer lugar, que le reconfortaba saber que no estaba solo y que podía compartir con ustedes la responsabilidad de mi ministerio universal.

El sucesor de Pedro compartió un momento de convivencia con los 246 miembros de la estructura más cercana al Papa, para ayudarle en el ejercicio de su misión. Actualmente casi la mitad son fieles laicos y hay más de cincuenta mujeres, tanto laicas como religiosas.

Una comunidad de fe y caridad 
"La Secretaría de Estado refleja hoy el rostro de la Iglesia", señaló León XIV. Esta "gran comunidad" que trabaja junto al Papa comparte con él las dificultades, los desafíos y las esperanzas del Pueblo de Dios en todo el mundo.

El Santo Padre expresó su deseo, refiriéndose a San Pablo VI, de que "este lugar no se contamine con ambiciones ni antagonismos".

"Sean una verdadera comunidad de fe y caridad, 'de hermanos e hijos del Papa', que se entregan generosamente por el bien de la Iglesia", aconsejó.

El Obispo de Roma enfatizó así dos dimensiones esenciales en su discurso: la encarnación y la catolicidad.

Encarnación y valorización de las culturas
"Estamos encarnados en el tiempo y en la historia", explicó, "porque si Dios eligió el camino humano y los lenguajes de los hombres, la Iglesia también está llamada a seguirlo, para que la alegría del Evangelio llegue a todos y se transmita en las culturas y lenguas de hoy". 


Por lo tanto, conviene "buscar siempre mantener una perspectiva católica y universal", que, según él, nos permite valorar las diferentes culturas y sensibilidades. De ahí la invitación a ser "una fuerza impulsora comprometida con tejer la comunión entre la Iglesia de Roma y las Iglesias locales", así como "relaciones de amistad dentro de la comunidad internacional".

La encarnación, continuó, nos devuelve a la realidad concreta y a los temas específicos y particulares abordados por los diversos órganos de la Curia; mientras que la universalidad, recordando el misterio de la unidad multifacética de la Iglesia, "exige entonces una labor de síntesis que pueda asistir la acción del Papa. Y el nexo de unión y síntesis es precisamente la Secretaría de Estado", insistió León XIV.

Pablo VI y la reforma de la Curia romana 
Refiriéndose a Pablo VI, un gran experto en la Curia romana, el pontífice destacó la decisión de su predecesor de "dotar a este servicio de una nueva estructura, constituyéndolo como un punto de conexión de facto y confiriéndole su papel fundamental de coordinación de los demás dicasterios e instituciones de la sede apostólica". 

En las últimas décadas, ambas dimensiones, estar encarnadas en el tiempo y tener una perspectiva universal, "se han vuelto cada vez más constitutivas de la labor de la Curia".

Este es "el camino que guió la reforma de la Curia Romana liderada por san Pablo VI, quien, inspirado por la visión del Concilio Vaticano II, sintió fuertemente la urgencia de que la Iglesia esté atenta a los desafíos de la historia, dada 'la velocidad de la vida actual'" y los "cambios de nuestro tiempo".


Al mismo tiempo, León XIV recordó que Pablo VI "reafirmó la necesidad de un servicio que exprese la catolicidad de la Iglesia y, para ello, dispuso que quienes están presentes en la Sede Apostólica para gobernarla sean llamados de todas partes del mundo". Así, reconoció lo "exigentes" que son las responsabilidades, "a veces malinterpretadas". 

Por último, el Santo Padre expresó su cercanía y gratitud: "Gracias por las habilidades que ponen al servicio de la Iglesia, por su trabajo casi siempre oculto y por el espíritu evangélico que lo inspira".+