León XIV en la catequesis: hablemos con palabras que curen y que no hieran
- 30 de julio, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Dedicada al pasaje evangélico de la curación del sordomudo, la mirada del pontífice se centró en la incomunicabilidad y el encerramiento en uno mismo como reacción a la 'bulimia' de las redes.

El papa León XIV concluyó este miércoles la serie de catequesis sobre la vida pública de Jesús, que describió como marcada por encuentros, parábolas y curaciones.
Dirigiéndose a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para su audiencia general semanal, el Papa llamó la atención de todos hacia el presente, señalando que "este tiempo que vivimos también necesita curación".
El pontífice describió el mundo actual como marcado por un clima de violencia y odio que hiere profundamente la dignidad humana. Nuestra sociedad, dijo, se está enfermando, no por aislamiento, sino por una especie de sobrecarga.
"Estamos hiperconectados", dijo, "bombardeados por imágenes, a veces falsas o distorsionadas". Las redes sociales, advirtió, produjeron una especie de "bulimia" emocional, donde el exceso de información nos deja exhaustos y confundidos.
En medio de esto, muchos se sienten tentados a encerrarse, continuó el Papa. "Quizás incluso preferiríamos no sentir nada en absoluto", dijo, señalando que las palabras mismas son cada vez más frágiles.
"Incluso nuestras palabras corren el riesgo de ser malinterpretadas y podemos sentir la tentación de encerrarnos en el silencio, en una incomunicabilidad en la que, por muy cercanos que estemos, ya no somos capaces de decirnos las cosas más simples y profundas", agregó.
La Iglesia, acompañando a los demás
Con esto en mente, el Papa León reflexionó sobre la lectura, tomada del Evangelio de Marcos, que relata la curación de un hombre sordomudo. Este hombre no busca la curación por sí mismo; otros lo llevan a Jesús. Estas figuras, dijo el Papa, pueden verse como una imagen de la Iglesia: quienes acompañan a otros, especialmente cuando han perdido la voz o la capacidad de escuchar.
"El comportamiento de Jesús -observó el Papa- puede parecer extraño al principio, porque se lleva a esta persona a un lado. Parece así acentuar su aislamiento, pero, mirándolo bien, nos ayuda a comprender lo que se esconde detrás del silencio y el cierre de este hombre, como si hubiera captado su necesidad de intimidad y cercanía". Y es esta "cercanía silenciosa" la premisa de la invitación expresada con la palabra aramea effatà, es decir, "Ábrete".
"Es como si Jesús -comentó el Papa- le dijera: ¡Ábrete a este mundo que te asusta! ¡Ábrete a las relaciones que te han decepcionado! Ábrete a la vida que has renunciado a afrontar. Cerrarse, de hecho, nunca es una solución".
El Evangelio dice que después de este encuentro, esa persona no solo vuelve a hablar, sino que lo hace "correctamente". "Quizás este hombre había dejado de hablar porque le parecía que decía las cosas de forma incorrecta, quizás no se sentía adecuado. Todos experimentamos ser malinterpretados y no sentirnos comprendidos. Todos necesitamos pedirle al Señor que sane nuestra forma de comunicarnos, no solo para ser más eficaces, sino también para evitar hacer daño a los demás con nuestras palabras".
Al concluir su discurso, el Papa nos recordó que la verdadera comunicación no se trata solo de ser eficaz, sino de sanar, de no herir a los demás con nuestras palabras. "Hablar correctamente es el comienzo de un camino", dijo. Y este camino nos lleva a Jesús mismo, a través de su Pasión y su Cruz.
"Pidamos al Señor", concluyó el Papa, "que sane nuestra manera de comunicar y que ayude a la Iglesia a seguir siendo un lugar donde cada persona pueda escuchar su Palabra, ser sanada y convertirse en mensajera de su salvación".+