León XIV: ¡Vayamos a Jesús, nuestra esperanza! Él puede sanarnos y hacernos nuevos

En su última audiencia general antes de las vacaciones de verano, el Papa impartió una catequesis sobre el cansancio de la vida, la sanación y la esperanza.

"En la vida hay momentos de decepción y desánimo, y también está la experiencia de la muerte. Aprendamos de esa mujer, de ese padre: acudamos a Jesús: Él puede sanarnos, Él puede revitalizarnos. ¡Jesús es nuestra esperanza!". El papa León XIV hizo hoy esta invitación durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, continuando con su serie de catequesis sobre el tema jubilar de "Cristo nuestra esperanza", reflexionando esta semana sobre dos milagros que revelan el poder sanador de tener fe en Jesús.

Dos milagros nacidos de la plena fe en Cristo
El primer milagro narrado en el Evangelio según San Marcos trata de una mujer que, tras sufrir una enfermedad que la había llevado a ser rechazada por la sociedad como impura, confía en que Jesús tiene el poder de sanarla. Así, extiende la mano para tocarlo entre la multitud, y gracias a su fe, Jesús la sana y le dice: "Hija, tu fe te ha salvado. Ve en paz". 

En el segundo milagro, relata San Marcos, Jesús resucita a una niña, respondiendo a la súplica llena de fe de un padre angustiado, que había recibido la noticia de la muerte de su hija. Jesús le dijo: "No temas; solo ten fe". Fue a la casa del hombre y, al ver a todos llorando y lamentándose, dijo: "La niña no está muerta, sino dormida". 

Los dos episodios, sugirió el papa León XIV, revelan que cuando nos dirigimos al Señor con confianza y fe, nada está más allá de sus capacidades.

"El gesto de Jesús nos muestra que no solo cura toda enfermedad, sino que también despierta de la muerte", subrayó el papa León, señalando: "Para Dios, que es la Vida Eterna, la muerte del cuerpo es como el sueño. La verdadera muerte es la del alma: ¡de esta debemos tener miedo!".

Transformando nuestras vidas desde dentro
El Santo Padre subrayó también que después de devolverle la vida a la niña, Jesús dice a sus padres que le den algo de comer, señalando esto como otro signo muy concreto de la cercanía de Jesús a nuestra humanidad y dijo que esto nos permite comprender esto con mayor profundidad y nos lleva a preguntarnos: "Cuando nuestros hijos están en crisis y necesitan alimento espiritual, ¿sabemos cómo dárselo? ¿Y cómo podemos hacerlo si nosotros mismos no nos alimentamos del Evangelio?".

El Santo Padre reflexionó sobre cada milagro, subrayando cómo no permitieron que nada obstaculizara su fe en Dios para resolver sus terribles situaciones.

"A veces", se maravilló el Papa, "no nos damos cuenta, pero de modo secreto y real, la gracia nos llega y transforma lentamente nuestra vida desde dentro".

Él nos hará nuevos
A menudo, sugirió el Santo Padre, muchos tardan en comprenderlo.

"Quizás hoy también", dijo, "mucha gente se acerca a Jesús de forma superficial, sin creer verdaderamente en su poder. Caminamos por las fachadas de nuestras iglesias, ¡pero quizá nuestro corazón esté en otra parte!" 

Estos dos relatos evangélicos, maravillado el Santo Padre, muestran que nada es demasiado grande para que Jesús no lo sane, y que debemos acudir a Él, porque Él nos hará nuevos.+