Los sacerdotes de Resistencia participaron de la Semana del Clero

Semana del Clero 2019

Los sacerdotes de la arquidiócesis de Resistencia participaron del 2 al 5 de septiembre de la semana del Clero 2019, que se llevó a cabo en la casa de retiro Nazaret, en la localidad de Puerto Tirol.



El encuentro se llevó a cabo en un marco de “sinodalidad”, con el objetivo central de “ir haciendo camino juntos como cuerpo presbiteral”. Acompañaron a los sacerdotes en esta nueva Semana del Clero, el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Alfredo Dus, quien junto con el presbítero Alberto Fogar abordaron el tema “Autosostenimiento de la Iglesia arquidiocesana”; el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, quien expuso sobre el tema “La tutela de menores”; y el presbítero José María Recondo, párroco de Santa Rosa de Lima, en la ciudad de Castelar, diócesis de Morón, con una reflexión sobre “La formación permanente de los pastores”.



El presbítero Recondo fue el primer expositor, que desarrolló algunos puntos fundamentales. Para empezar, planteó: ¿Qué entendemos por formación permanente? ¿De qué manera la vivimos? ¿En qué sentido hablamos en este caso de formación? ¿Y en qué sentido es permanente?”.



“La formación permanente se torna en un desafío que puede ser entendido, según Cencini, como ‘la disponibilidad continua e inteligente, activa y pasiva, para aprender de la vida, durante toda la vida’”, explicó, y enumeró las dos “almas” de la formación permanente: Por un lado, “la formación permanente como autoformación engrendrada por cada individuo en relación a su mundo interior”, y por otro, “la formación permanente propuesta por la institución, que ofrece una perspectiva global y sistemática de formación religiosa, promueve la información y la actualización”.



En segundo lugar, el sacerdote abordó la relación entre formación inicial y formación permanente: “La formación del sacerdote es la continuación de un único ‘camino discipular’, que comienza con el Bautismo, se perfecciona con los otros sacramentos de iniciación cristiana, es reconocido como centro de la vida en el momento del ingreso al seminario, y continúa durante toda la vida”, recordó.



Finalmente, se refirió a la relación entre presbiterio y soledad, “dos lugares donde fragua la formación permanente”. Al respecto, consideró que “la primera soledad que se debe evitar es la que nos aísla, la que nos separa de nuestros hermanos. De esa soledad que no se deja ayudar en los momentos de crisis o de los problemas cotidianos, la soledad del compinchismo o exclusivista”.



“La soledad que sí debe buscar el presbítero, es la de estar con Dios. Aprender a vivir su bien su ministerio para poder estar solo sin estar solo. Quien no vive la comunión con los demás, difícilmente viva una buena relación con el Señor”, afirmó.



En su segunda intervención, el presbítero Recondo desarrolló el tema: “Dios suele alfarerear por medio de su Palabra”, basado en algunas preguntas tomadas de citas bíblicas. Por la tarde, su exposición estuvo tomada de la carta de Pablo a Timoteo: “Reaviva el don de Dios que hay en ti”. Cada exposición culminó con reflexiones en grupos y puestas en común que ayudaban a enriquecer lo expuesto por el predicador.



El miércoles 4, el tema central fue “Tutela de menores”, por monseñor Ariel Torrado Mosconi, obispo de Nueve de Julio.



En ese marco, se desarrolló una reflexión e intercambio sobre “La crisis de los abusos en la Iglesía, cómo prevenirla y acompañar a las víctimas”. Por la tarde, monseñor Torrado Mosconi abordó el tema “Desafío de una nueva Eclesiología ,hacia una terapia sanadora que permita superar esta crisis”.



Las reflexiones que surgieron giraron en torno a los conceptos: “Iglesia humilde sin hipocresía vs. Triunfalismo y exitismo”; “Iglesia más humana”; “Iglesia humillada”; “Iglesia pobre”; “Iglesia misericordiosa”; “Iglesia penitente”.



El jueves 5, monseñor Dus, junto con el vicario general, padre Alberto Fogar, hicieron hincapié en el autosostenimiento. En ese sentido, presentaron los ingresos y egresos de la arquidiócesis.



El objetivo de su intervención fue motivar al clero a desarrollar ideas sobre cómo obtener fondos propios para el autosostenimiento de la Iglesia particular en un camino sinodal.



La semana culminó con la bendición del arzobispo y con el almuerzo fraterno.+