Miércoles 30 de abril de 2025

Bahía Blanca: Mons. Azpiroz llamó a la esperanza y la comunión en tiempos difíciles

  • 16 de abril, 2025
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
La Misa Crismal, marcada por el espíritu jubilar y la reciente adversidad vivida en la ciudad, contó con la presencia de autoridades civiles, religiosas y nuevas incorporaciones al servicio pastoral.
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Con una catedral colmada por fieles, religiosas, diáconos, autoridades, se celebró este miércoles la Misa Crismal en la arquidiócesis de Bahía Blanca. La Eucaristía fue presidida por el arzobispo Carlos Azpiroz Costa OP, y concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Pedro Fournau; el arzobispo emérito, monseñor Guillermo Garlatti; el vicario general, presbítero César Cardozo; el párroco y rector de la catedral, padre Luciano Guardia, junto a los sacerdotes de la diócesis.

En su homilía, monseñor Azpiroz Costa destacó la importancia del momento litúrgico en el marco del Año Jubilar y de una ciudad "que ha sufrido mucho recientemente, pero donde ha sobreabundado la solidaridad".

Se refirió también a la presencia del intendente Federico Susbielles y su esposa Laura, agradeciendo el compromiso de la comunidad frente a las recientes dificultades.

Durante la celebración, el arzobispo dio la bienvenida a quienes se suman a la tarea pastoral en la arquidiócesis, entre ellos el padre Patrick, salesiano nacido en la India, nuevo párroco de Nuestra Señora del Carmen en Patagones; el padre Daniel Schmid, salesiano oriundo de la zona, designado rector del santuario de María Auxiliadora en Fortín Mercedes; y el presbítero Carlos Landriel, de la diócesis de Morón, quien inicia una experiencia pastoral en la catedral.

También saludó especialmente a distintas comunidades religiosas femeninas, entre ellas las Hermanas de la Base Naval Puerto Belgrano, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul (Villa Mitre), las Hijas de la Divina Providencia (Orioninas), las Hermanas Canosianas, las Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia, y a las consagradas de la Koinonía San Juan Bautista, Federica y Francesca.

Peregrinos de esperanza
El núcleo de la homilía giró en torno a la esperanza como virtud teologal, en sintonía con el lema jubilar "Peregrinos de esperanza". Monseñor Azpiroz Costa abordó las luces y sombras de la vocación sacerdotal en el mundo actual: las tentaciones del aislamiento, la indiferencia, el juicio, la suficiencia, y la necesidad de una "disciplina de comunión" que supere rivalidades, cotilleos y desconfianzas.

"El mundo muchas veces aparece fuerte, desafiante, y nosotros débiles. Pero allí se manifiesta la gracia. Porque no hay verdadera comunión sin reconciliación", expresó y añadió: "Hoy renovamos nuestras promesas y consagramos los óleos, signo sacramental de lo que más profundamente nos une. Más allá de ideologías o pareceres, todos somos bautizados".

Recordando a San Pablo, a la samaritana del Evangelio, y a tantos mártires modernos, el arzobispo exhortó a no caer en el desaliento: "Si el mundo a veces nos quiere como adorno o nos rechaza, también es el mismo mundo que clama: '¡Vengan a ayudarnos!'. No es momento de quejas, sino de celo pastoral y de comprensión".

Iglesia cercana al dolor, encendida por el amor
El prelado retomó luego algunas experiencias vividas tras la reciente tragedia en Bahía Blanca, agradeciendo las múltiples corrientes de solidaridad surgidas entre vecinos, parroquias y comunidades: "Nos ha hecho sacar brillo a eso que está escondido en nosotros. Gracias a Dios, aún arde el fuego del amor en esta Iglesia".

Hacia el final de su predicación, citó al Papa Francisco y a mártires contemporáneos para recordar que el verdadero testimonio cristiano no está en el prestigio ni en el poder, sino en vivir la cruz como camino de esperanza: "La Iglesia se engaña a sí misma si se presenta como una potencia más. Solo arde verdaderamente cuando es encendida por el amor de Dios, ese que es fuerte como la muerte".

La Misa Crismal concluyó con la renovación de las promesas sacerdotales y la bendición de los santos óleos, que serán distribuidos a todas las parroquias de la arquidiócesis para la celebración de los sacramentos a lo largo del año.+