Martes 15 de julio de 2025

Mons. Conejero Gallego: 'María, esperanza nuestra'

  • 15 de julio, 2025
  • Formosa (AICA)
El obispo de Formosa recordó que en julio la comunidad formoseña lo dedica en especial a María por celebrarse la advocación de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la diócesis, la provincia y ciudad.
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El obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, recordó que "en la hermosa y antigua oración mariana Salve Regina, el pueblo de Dios invoca y proclama a María como: 'Vida, dulzura y esperanza nuestra'; también, fue el lema episcopal de nuestro primer obispo, Mons. Raúl Marcelo Scozzina". 

"En este Año Santo Jubilar 2025, la virtud teologal de la esperanza está adquiriendo un relieve singular en nuestra vida; tal es así, que hasta en el mismo lema está propuesta y formulada: Peregrinos de esperanza. Y ciertamente, no cabe la menor duda de que dicha virtud, con todo lo que ella significa e implica, en estos momentos actuales en que vivimos, nos es muy urgente y necesaria", destacó.

"En Formosa, el mes de julio lo dedicamos de manera especial a María, madre de Jesús y de la Iglesia, por celebrar su advocación de Nuestra Señora del Carmen, patrona de nuestra diócesis, provincia y ciudad de Formosa", puntualizó en su editorial mensual.

Tras exclamar: "¡Cómo quisiéramos interiorizar y vivir intensamente la virtud de la esperanza!", afirmó: "Somos conscientes de la necesidad que tenemos de renovar y purificar nuestras relaciones humanas personales y socio-comunitarias, en este tiempo de confrontaciones y desencuentros, de enfrentamientos, de agresiones verbales". 

Conversión en las relaciones, vínculos y procesos
A tal conversión en las relaciones, vínculos y procesos, el obispo formoseño consideró que requiere de la implementación de una Iglesia Sinodal, llamada a acrecentar la comunión, la participación y la misión evangelizadora".

Monseñor Conejero Gallego aseguró que la invitación, especialmente en julio, es a "ser testigos de esperanza cristiana y a corresponder al amor de Dios, manifestado en Jesucristo; reconociendo a María como modelo y ejemplo de vivir la sinodalidad de la Iglesia". 

"Ella, nuestra madre, que sabe escuchar, ser dócil a la voluntad divina, a preocuparse maternalmente por las necesidades de los pobres y vulnerables, a discernir y actuar, a proclamar la grandeza de Dios y alegrarse en el Señor, nuestro Salvador", concluyó citando el Documento Final del Sínodo.+

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