Domingo 28 de abril de 2024

Mons. Giobando presidió la misa por los 150 años de Mar del Plata

  • 17 de febrero, 2024
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"Hagamos de esta ciudad lo que quisieron sus fundadores: una ciudad tan grande como estas playas y tan cercana a aquellos que buscan mejorar sus vidas", animó el administrador apostólico.
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En el marco de las celebraciones oficiales por el 150° aniversario de la fundación de la ciudad de Mar del Plata, el administrador apostólico de esa diócesis, monseñor Ernesto Giobando sj, presidió el sábado 10 de febrero una misa de acción de gracias en la catedral basílica de los Santos Pedro y Cecilia.

La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Carlos Malfa y los presbíteros Ariel Sueiro, Juan Cruz Mennilli, Juan Pablo Arrachea, Oscar Maipah y Raúl Escudé en una catedral colmada de fieles.

Entre los asistentes a la ceremonia se encontraron el intendente municipal, Guillermo Montenegro, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, el senador nacional Maxilmiliano Abad, los diputados nacionales Diego Santilli, Emilio Monzó, Hernán Lombardi y Juliana Santillán, los diputados provinciales Diego Garciarena, Sofía Pomponio, Gustavo Pulti y Alejandro Carrancio, legisladores municipales, autoridades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y el exsenador Esteban Bullrich, además de distintos intendentes

En su homilía, el prelado se refirió a la invitación de Jesús “navega mar adentro y echa las redes”. “¿Qué significa navegar mar adentro? Si le preguntamos a nuestros pescadores van a dar una respuesta inmediata: ‘es animarse a salir de la orilla; es ir a lo profundo’”, detalló, señalando que la única seguridad la dan el barco y sus tripulantes, cada uno en su lugar.

“En un barco cada uno tiene su tarea. Es una tarea en común, una tarea solidaria”, indicó, y animó a los presentes a pensar cómo fue construida la ciudad balnearia: “No fue con el esfuerzo de uno, sino de miles”.

El administrador apostólico destacó: “Esta ciudad trabaja para que millones descansen. Y la ciudad trabaja para que aquellos que vienen a descansar se vayan un poco más felices en sus vidas. Por eso se llama ‘la ciudad feliz’. Una ciudad feliz que implica mucho esfuerzo e implica desafíos porque la felicidad no es algo que se alcanza en tres días: la felicidad implica mucho trabajo”.

“Mar del Plata desde sus inicios fue fundada también en la confianza en Dios y en los santos”, relató, y haciendo alusión a los orígenes de la ciudad balnearia añadió: “Como sabemos, fue fundada en base a una misión jesuita -la misión en la Laguna de los Padres, Nuestra Señora del Pilar de los Puelches-. Esos jesuitas que vinieron a misionar a estas tierras y de acá salieron para el sur. Esos jesuitas que dejaron sus tierras para poder traer el Evangelio a estas tierras”.

“Aquellos fundadores eran cristianos y no querían una ciudad que solo sea para un progreso indefinido, sino que querían fundar esta ciudad en los valores cristianos”, prosiguió. “Por eso es que Santa Cecilia, San Pedro, son patronos en esta ciudad, y los jesuitas trabajaron para dejar aquí la semilla del Evangelio y todos los demás obispos, sacerdotes, laicos, religiosos, construyeron con su aporte y su fidelidad esta ciudad y la sociedad civil”.

En ese sentido, recordó que la celebración “está enmarcada dentro de la beatificación del cardenal Eduardo Pironio, que estuvo en Mar del Plata como obispo y estuvo en los 100 años de la ciudad, dejándonos unas reflexiones bellísimas que les invito a leer. Y también tiene el contexto esta celebración de la canonización de Mama Antula”.

“Así como los fundadores pensaron en algo grande -no pensaron un puertito chiquito para ir a pescar, pensaron una ciudad grande, pujante- nos toca ahora tratar de solucionar los problemas que nos duelen, tratar de hacer de la política algo honesto y que a todos nos implique: no solo a los que tienen un cargo, sino que todos formamos parte de la ciudad, de la polis”, consideró.

Por último, monseñor Giobando invitó a pedir “por nuestra patria, para que salgamos adelante. Vamos a salir adelante solo con diálogo y grandeza de corazón. No nos quedemos en el ‘chiquitaje’ de las cosas que a veces nos ahogan. Pensemos en grande y hagamos de esta ciudad lo que quisieron sus fundadores: una ciudad tan grande como estas playas y tan cercana a aquellos que buscan mejorar sus vidas”.+

» Texto completo de la homilía