Mons. Mazzitelli en la Misa Crismal: 'La consagración de los óleos lleva un latido de esperanza'

El administrador apostólico de San Rafael presidió la Misa Crismal y deseó que esa "esperanza que no defrauda" se hará cumplimiento "con la obra de Dios".

El administrador apostólico de San Rafael, monseñor Marcelo Mazzitelli, presidió el martes 15 de abril la Misa Crismal en la catedral homónima, que fue concelebrada por todo el clero diocesano.

En la homilía, recordó que "como peregrinos, en este año jubilar en que celebramos la esperanza que no defrauda, nos reunimos como Pueblo de Dios, pueblo sacerdotal, pueblo de la Alianza, compartiendo en torno a la mesa del altar la belleza de ser Iglesia, Iglesia diocesana".

"La bendición y consagración de los óleos en esta celebración lleva un latido de esperanza que se hará cumplimiento con la obra de Dios, en cada catecúmeno que con emoción se acerque al abrazo de Dios, en cada ungido con el santo crisma que nace a la fe en el Bautismo o es consagrado para el sacerdocio ministerial, en cada enfermo que se confía en medio de su misterio de dolor y fragilidad a la caricia de Dios en su vida recibiendo las fuerzas que ya no tiene", continuó. 

Fieles al Dios Fiel y a su pueblo
Mazzitelli destacó que "hoy también como Iglesia agradecemos el don del sacerdocio ministerial", y dirigiéndose a los sacerdotes, aseguró que "la renovación de las promesas sacerdotales son expresión del compromiso de seguir al Señor y desplegar la misión encomendada con fidelidad", resaltó. "Nosotros hemos recibido la misión de ser signos con nuestras vidas del amor del Buen Pastor, como Él somos enviados para hacernos presentes, cercanos a todos", afirmó. 

Conducidos por el Espíritu
"Que la renovación de las promesas -dijo- expresen nuestra docilidad al Espíritu, dejándonos conducir por Él, encontrando nuestra libertad encadenados a Él". Además, dijo que "dejarnos conducir por el Espíritu significa vivir en la obediencia filial que se hace efectiva en la mediación de la Iglesia, es el Espíritu que nos libera de la búsqueda de seguridades anclados en el pasado que ahogan la novedad del Evangelio". 

"Queridos hermanos presbíteros, he sido enviado en este tiempo de sede vacante para caminar junto a este pueblo que peregrina en la diócesis de San Rafael, al que abracé cordialmente desde que se me confió, abrazo que quiso llegar de manera especial a ustedes desde el primer momento, adelantado en mi oración", manifestó. 

Y agregó: "Hoy les digo queridos hermanos presbíteros lo mismo que les dije en el día de mi ordenación episcopal al presbiterio de Mendoza que me recibió como obispo auxiliar, sé que no puedo darles todo lo que necesitan, pero llego para darles todo lo que tengo". 

Finalmente, señaló: "Querida comunidad diocesana, querido Pueblo de Dios peregrino en la esperanza, en la alegría de celebrar el ser Iglesia, pidamos al Señor que renueve nuestra pasión por la misión y juntos 'demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor'".+