Mons. Ojea: 'La paz se construye artesanalmente'
- 28 de mayo, 2025
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo emérito de San Isidro consideró que es una tarea diaria y expresó un deseo: "La Patria nuestra merece un país en el que cada persona se vea respetada en su dignidad".
Monseñor Oscar Ojea, obispo emérito de San Isidro, reflexionó sobre el pasaje del Evangelio en el que "Jesús quiere infundir serenidad en los apóstoles, asegurándoles que no los va a dejar solos" y graficó: "Les va a enviar su Espíritu y ese Espíritu va a ser como una ayuda a memoria para ellos".
"Les va a hacer recordar todo lo que Jesús había dicho. Les va a dar una vitalidad nueva a estos hombres que la mayoría eran solo pescadores el Señor los va a llenar de su Espíritu y, finalmente les dice: 'Les dejo mi paz. Les doy mi paz, pero no como la da el mundo'".
El obispo emérito aseguró que "es mucho más fácil hacer la paz construyendo puentes que levantando muros, hacer puentes es una tarea artesanal".
"Digamos, refiriéndonos al libro de los Hechos de los Apóstoles, cuya primera lectura escuchamos, la primera comunidad cristiana vive su gran conflicto, que es si incluimos a los paganos o no. Y cuando deciden los apóstoles, los presbíteros, escuchándose unos a otros, finalmente dicen: 'El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido este escuchar al Espíritu Santo, este darle un lugar al Espíritu para poder decidir, para poder hacer la paz'", ejemplificó.
La unidad de los argentinos
En relación con la celebración patria del 25 de Mayo, monseñor Ojea lamentó que esta fecha "no encuentre unidos" a los argentinos.
"Nos encuentra agrietados, nos encuentra en un clima sumamente violento", enfatizó y sostuvo: "Hacer la paz y tener la creatividad del Espíritu para poder hacer la paz, para poder construir la paz, significa para nosotros los argentinos no resignarnos ante la violencia".
"Estamos como resignándonos frente a lo que se da. 'Bueno, las cosas son así y no se pueden cambiar'. Entonces, entramos en una suerte de tobogán, de tristeza, de entrega que nos impide construir", planteó.
Monseñor Ojea recalcó que "la paz se construye artesanalmente, día a día y la Patria nuestra merece un país en el que cada persona se vea respetada en su dignidad" y lamentó: "No podemos tratarnos como nos tratamos".
"Esto lo vemos diariamente en el trato diario, en los medios de comunicación. La violencia en las palabras genera después otra violencia, la violencia en otros hechos", afirmó.
"En este día de la Patria, pidámosle al Señor que nos dé el coraje de ser creativos para construir la paz, de no darnos por vencido y pensar que solamente podemos construir aniquilando a los demás", concluyó.+