Obispado Castrense: Mons. Olivera ordenó un nuevo diácono
- 27 de mayo, 2025
- Buenos Aires (AICA)
El obispo castrense confirió ese ministerio al seminarista Agustín Cañamero, a quien animó a servir y cuidar siempre al Pueblo de Dios.
El obispo castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, monseñor Santiago Olivera, presidió el sábado 24 de mayo, en la catedral Stella Maris, la misa de ordenación diaconal del seminarista, Agustín Cañamero.
Concelebraron la Eucaristía, el vicario general, monseñor Gustavo Acuña; el rector del seminario diocesano, presbítero Daniel Díaz; el delegado vocacional región Centro y formador del seminario, presbítero Diego Pereyra, junto a los capellanes mayores de las diversas fuerzas de seguridad.
En la homilía, monseñor Olivera recordó que para un obispo "siempre es motivo de mucha alegría poder celebrar una ordenación, en este caso la ordenación diaconal de Agustín. Alegría porque se extiende el ministerio recibido con un joven que hará presente a Jesús en el servicio. Hoy damos sinceras gracias a Dios porque de nuestra familia diocesana el Señor llamó a un hijo suyo para que sirva a esta familia castrense".
El prelado señaló también que "a ellos queremos servir y acompañar en su camino vocacional de entrega sin límites, por amor a la Patria que se hace concreto por amor a cada uno de nosotros. Agustín es, sin duda parte de nuestra familia castrense, hijo de un hombre del Ejército Argentino y que desde chico pudo respirar en su familia el amor a Dios, el amor a la patria, y el amor a la Virgen María, particularmente en esta advocación de María Auxiliadora que hoy estamos celebrando".
Monseñor Olivera aseguró que el diácono "es para la Iglesia siempre el recuerdo y la alarma de lo que no podemos dejar de hacer, acordarnos de servir a los más pobres, y sabemos de muchas pobrezas en nuestra realidad, de muchos sufrimientos e injusticias de los cuales no podemos hacernos los distraídos. La dedicación y el amor a los más pobres nos saca de nuestra propia comodidad".
"Servir y cuidar, ese es nuestro lema en el camino jubilar diocesano, podríamos decir que nuestra Iglesia castrense es una Iglesia diaconal, porque que nuestros fieles nos 'cuidan y nos sirven', y nosotros sus ministros, queremos 'cuidarlos y servirlos'", dijo.
Y finalizó: "Hoy para los que estamos ordenados se nos ofrece una nueva oportunidad para renovar este compromiso alegre y gozoso de entregarnos, porque el Señor nos miró con los ojos con amor y nos llamó. En esta particular vocación castrense también recibimos, un carisma propio para servir a las Fuerzas Armadas y Federales de Seguridad porque nuestra disponibilidad y entrega no tiene límite territorial ni tiempos, porque debemos estar dispuestos a servir a la patria y a fuera de ella si la patria y la Iglesia lo requieren".+