Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Uriona al nuevo diácono: "Tu misión es ser servidor del Pueblo de Dios"

  • 4 de diciembre, 2018
  • Río Cuarto (Córdoba)
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Armando Uriona FDP, ordenó diácono al seminarista Marcos Alonso en una celebración eucarística en la catedral Inmaculada Concepción, donde le recordó que su misión central es ser "servidor" del Pueblo de Dios.
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El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Armando Uriona FDP, ordenó diácono al seminarista Marcos Alonso en una celebración eucarística en la catedral Inmaculada Concepción, donde le recordó que su misión central es ser "servidor" del Pueblo de Dios.

"Nos reunimos para participar de la ordenación diaconal de Marcos quien, de esta manera, se entrega a Dios y a su Iglesia en un servicio ministerial que tendrá su culmen en el presbiterado", destacó.



En la homilía, el prelado hizo hincapié en el libro de los Hechos de los Apóstoles, en el que el diácono Felipe recibe el llamado del Ángel que le indica dirigirse a un camino desierto.

"A fin de cumplir con idoneidad tu misión de predicar y enseñar, deberás seguir profundizando en tu relación con la Palabra, fuente inagotable en la que debemos abrevar continuamente", le recordó, y agregó: "Finalmente, disponibilidad, cercanía y Palabra se orientan a tu misión central: ?ser servidor? del Pueblo de Dios".

Monseñor Uniona le explicó que "según el modelo del ?Hijo del Hombre que no vino a ser servido sino a servir? has de luchar contra toda tentación de dominio, autoritarismo y manipulación".

"El servicio también es un aprendizaje y éste se realiza desde el ejercicio humilde en lo ordinario de todos los días. Es la paradoja de la enseñanza del Señor que propone que para ser el primero hay que hacerse esclavo. Así Él lo vivió hasta entregar su vida para hacernos hijos en el Hijo", afirmó.

"Marcos sé que tenés conciencia de que vas a comenzar una aventura no exenta de riesgos, particularmente en los tiempos que vivimos, pero repleta de promesas que vienen de Aquel que todo lo puede. Por tanto abandonate con toda confianza en María Santísima, Nuestra Señora de la Merced, bajo cuyo manto protector se gestó y desarrolló tu vocación sacerdotal", concluyó.+


» Texto completo de la homilía