Miércoles 17 de abril de 2024

Ordenarán un sacerdote y dos diáconos permanentes para Merlo-Moreno

  • 21 de octubre, 2020
  • Moreno (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Carlos Maletti, y su auxiliar, monseñor Oscar Miñarro, convocaron a la comunidad a participar virtualmente de las próximas ordenaciones.
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El obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Carlos Maletti, y su auxiliar, monseñor Oscar Miñarro, enviaron su invitación a los fieles para compartir de modo virtual la celebración de las ordenaciones en las que un sacerdote y dos diáconos permanentes se sumarán a la Iglesia diocesana.

La celebración será en la catedral Nuestra Señora del Rosario, de Moreno, el sábado 31 de octubre a las 10. Allí será ordenado sacerdote Néstor Gerardo Basualdo, de 66 años; y diáconos permanentes Brígido Bareiro y Heber Susalla.

Néstor Gerardo Basualdo nació en Victoria, provincia de Entre Ríos, donde realizó los estudios primarios  y secundarios; fue seminarista menor Oblato en la Abadía Benedictina del Niño Dios en su pueblo; posteriormente ingresó al seminario del clero diocesano de la diócesis de Gualeguaychú  donde se formó en los estudios de filosofía. Cuando salió del seminario se mudó a la ciudad de Buenos Aires, donde vivió 28 años. En 1996 se casó con Cristina Ojeda, quien falleció nueve años después. Desde 1995 vive en la localidad merlense de Mariano Acosta, tiene una hija del corazón y cuatro nietos. 

Su presencia eclesial se desarrolló en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes (Mariano Acosta) donde es catequista y, desde 2018, diácono de esa comunidad, sobre todo en la Capilla San Juan Evangelista. Se formó en la Escuela Diaconal Diocesana (2013-2018).

En este tiempo, siendo viudo, el Señor le movió el corazón solicitando el presbiterado, cosa que -una vez hecha la consulta- la Santa Sede aceptó el pedido de ser ordenado sacerdote.

Sus formadores son el padre Sergio Gómez Tey, el padre Fernando Lobo y el padre Leonardo Maggiorini; con ellos realizó la actualización de los estudios teológicos y pastorales.

De profesión periodista, dirige un diario barrial y algunos programas de radio; actualmente a nivel diocesano integra el Equipo de Pastoral de Comunicación y el de Migraciones. Su lema sacerdotal es “Servidor de todos”.

El futuro diácono permanente, Brígido Bareiro, de 59 años, pertenece a la parroquia Nuestra Señora de Itatí, de Parque San Martín, Merlo. Nació en Jardín América, provincia de Misiones. Desde los 6 años reside en la zona de la diócesis de Merlo-Moreno. Casado con Mirta Isabel Gamarra, tienen seis hijos (María Soledad, Ángel Ricardo, Carolina Elizabeth, Paula Melina, Candela Estefanía y Celeste Sofía). Es suboficial retirado de la Prefectura Naval Argentina. Recibió su formación en la Escuela Diaconal de la diócesis bajo la dirección del padre Raúl Pereyra, el acompañamiento del Equipo Diaconal Permanente y la experiencia pastoral junto al padre Walter Vaca. El lema elegido es: “No he venido a ser servido, sino a servir”.

Heber Susalla, por su parte, tiene 70 años y pertenece a la parroquia San Juan Bautista, de Paso del Rey. Nació en Paysandú, Uruguay, y desde hace 35 años reside en Paso del Rey. Es casado con Margarita Alejandra Sosa, tienen cuatro hijos (Irene Rosana, Andrea Vanesa, Horacio Heber y Nicolás Matías). Su tarea profesional es la de gasista matriculado.

Recibió su formación al diaconado en la Escuela Diaconal de Merlo-Moreno. Además del sacerdote director y el Equipo Coordinador de Diáconos, acompaña la vida de su parroquia bajo la guía pastoral del padre Daniel Linera. El lema elegido es: “Allanen los caminos del Señor”.

Los obispos desearon para Gerardo, Brígido y Heber y para todos, “que nuestra Madre la Virgen de Guadalupe, modelo de Iglesia Misionera, nos señale la senda para caminar entre la gente. Ella hará que encontremos la ‘fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida y estar cerca de quienes sufren todo tipo de esclavitudes’”, afirmaron. “Como a San Juan Diego, nos acaricia y consuela diciéndonos al oído ‘no se turbe tu corazón…” ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?’”, concluyeron, invocando la protección de la Virgen Patrona de la diócesis.