Católicos, protestantes, ortodoxos, judíos, musulmanes y budistas coinciden en afirmar que, de aprobarse, se estaría ante "una ruptura antropológica".
Declaración conjunta de la SECAM y de la Comece en la que expresan su preocupación por "un cambio profundo en las prioridades europeas".
El pontífice desea continuar "el diálogo en el espíritu de la declaración Nostra aetate del Concilio Vaticano II", que marcó un cambio en las relaciones entre la Iglesia católica y el judaísmo.
El obispo de Leiria-Fátima y presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, monseñor José Ornelas Carvalho, expresó su deseo de darle la bienvenida a Cova da Iria.