En el inicio de la fiesta mariana, el obispo local invitó a los peregrinos a ser "peregrinos de esperanza", a confiar en María y a construir la paz con palabras que unan y sanen.
Lo consideró "un instrumento de comunión que provoque diálogo y sostenga procesos" e invitó a recibirlo como ayuda para comprender la realidad juvenil y renovar juntos la misión de la Iglesia.
Fueron 22 diáconos que participaron de esta experiencia, acompañados por el P. Norberto Arroyo, que iluminó las jornadas con sus reflexiones en torno a las actitudes esenciales para la vida diaconal.
El obispo de San Justo denuncia que grandes zonas "han quedado liberadas a merced de mafias narcos" y atribuye a la "ausencia del Estado" el crecimiento de esta "cultura de la destrucción y muerte".