Cerca de 5.000 católicos se congregaron en la noche del 23 de julio para adorar al Señor en el Anfiteatro de Posadas.
"El camino de oración implica la perseverancia y que siempre nos situemos como aprendices", recordó monseñor Juan Rubén Martínez.
El obispo de Posadas animó a generar esperanza obrando como el personaje de la parábola, a fin de "poder ser desde la caridad y justicia practicada, los modelos sociales que nuestro tiempo necesita".
El obispo de Posadas afirma que la devoción a la Virgen María es un aspecto esencial de la matriz cultural argentina y ligado a la historia del país.