El obispo designó al padre Daniel Echevarría y al presbítero Juan Morre para ejercer ese cargo pastoral junto con el presbítero Santiago Rostom Maderna.
Mons. Eduardo García, de San Justo, reclamó una política "abarcativa, fuerte y sostenida", y no espasmódica, al denunciar que "la inseguridad y la muerte bailan una danza macabra en nuestros barrios".
Se apunta a la formación de un laicado corresponsable en la vida social, política y eclesial. La propuesta surgió tras una reunión de autoridades del FIAC con la Pontifica Comisión para América.
Con una misa y bendición, el diocesano de San Justo dio inicio a ese emprendimiento conjunto entre el Obispado, el Hogar de Cristo y Cáritas, destinado a jóvenes con consumos problemáticos.