El obispo de San Francisco invita a vivir Pentecostés como una realidad viva y transformadora, recordando que en medio de los tiempos cambiantes, el corazón de la fe cristiana sigue siendo el mismo.
Con el objetivo de promover entornos seguros y una cultura del buen trato, la diócesis organizó una jornada formativa destinada a fortalecer la prevención de abusos en ámbitos eclesiales.
En la fiesta de la Ascensión, el obispo de San Francisco animó a los fieles a renovar la esperanza cristiana y a anunciar con valentía que la vida tiene una meta que nos trasciende.
A 800 años del Cántico de san Francisco, el obispo anima a ser testigos vivos de la alegría del Evangelio, capaces de cantar la belleza de Dios no sólo con palabras, sino con toda la vida.