Unas 56 mil personas murieron asesinadas entre 2019 y 2023 en la nación africana. En su mayoría se trataba de cristianos, pero también hubo musulmanes y miembros de otras religiones.
Mientras Nigeria se tambalea por las violentas protestas contra las reformas económicas del presidente Bola Tinubu, los obispos advierten que la nación "está sentada sobre una bomba de tiempo".
"Son una afrenta directa a la sacralidad de la liturgia y una fuente de escándalo dentro de la Iglesia", expresó la Conferencia Episcopal de Nigeria (CBCN) en un comunicado.
El padre Mika Sueliman, recientemente liberado del cautiverio a manos de bandidos, contó sobre su recuperación y su regreso al ministerio sacerdotal en su parroquia en Damba.