El organismo apoyó la declaración de los obispos del país en la que advierten sobre el agravamiento de la crisis política, social, económica y humanitaria a la que se enfrenta la nación africana.
La organización caritativa alertó sobre la violencia creciente y las tensiones políticas en Sudán del Sur. Los obispos instan a la moderación, al diálogo y a la resolución del conflicto.
El pontífice expresó su preocupación por esos conflictos, que provocan muchas muertes y crisis humanitarias en la población. Tuvo también un recuerdo para las victimas del Holocausto.
El episcopado sudanés advirtió que el conflicto armado interno "dañó gravemente el país hasta punto de una destrucción casi completa".