En su extenso discurso ante el Cuerpo Diplomático acreeditado ante la Santa Sede también recordó las crisis en Haití, Bolivia, Nicaragua y Colombia.
Los obispos ecuatorianos pidieron a los católicos unirse en oración a raíz de los recientes actos de violencia que conmocionaron al país latinoamericano.
El jefe de una pandilla mandó aniquilar a ese grupo de gente, formado principalmente por ancianos, tras sospechar que habían enfermado a su hijo mediante brujería. Los obispos condenaron la matanza.
Algunos integrantes del Episcopado mexicano sostuvieron una reunión con la presidenta del país, a quien le manifestaron su "profunda preocupación" por la violencia que afecta al territorio.