Las hermanas Evanette Onezaire y Jeanne Voltaire, de la Congregación de las Hermanitas de Santa Teresita del Niño Jesús, estaban en la ciudad de Mirebalais como misioneras.
La organización caritativa alertó sobre la violencia creciente y las tensiones políticas en Sudán del Sur. Los obispos instan a la moderación, al diálogo y a la resolución del conflicto.
Los asesinos llegaron a la escena y abrieron fuego de manera indiscriminada. Los jóvenes pertenecían a la parroquia de San José de Mendoza.
El padre Philip Ekweli, que había sido secuestrado con el occiso, fue liberado. "Nadie está seguro en el Estado de Edo", denunció el Obispado de Auchi.