Al concluir el Regina Coeli del domingo, Francisco hizo un llamado sincero a detener la espiral de violencia en Medio Oriente. Fue a raíz de la intervención de Irán en Israel.
"Que el grito de dolor de las víctimas toque los corazones de los responsables de las naciones", imploró al hablar de los conflictos. "Pidamos la paz al Señor, que es siempre amable", agregó.
"La solución es la de dos pueblos, dos Estados", reiteró el Secretario de Estado Vaticano, en declaraciones a la prensa en la que expresó su preocupación por el conflicto en Gaza.
El obispo maronita de Damasco, monseñor Nassar, advirtió que sin las nuevas generaciones "la Iglesia pierde sus cimientos y no tiene futuro" en la región.