Prelados de Canadá, Estados Unidos, América Latina y el Caribe celebraron una cumbre de tres días en la ciudad estadounidense de Tampa, "para orar y discutir su ministerio compartido como pastores".
Los obispos mexicanos y estadounidenses defienden la labor en la frontera y rechazan las acusaciones sobre la Casa de la Anunciación, que da refugio a migrantes desde 1978.
Los obispos de la frontera entre Estados Unidos y México dan las cifras de la migración, expresan su preocupación y emiten peticiones a los gobiernos de ambos países.
El cardenal Timothy M. Dolan, presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, condenó las acciones de ese tipo, que se han incrementado en los Estados Unidos.