El Papa alentó a caminar con esperanza siguiendo el ejemplo de María
- 15 de agosto, 2025
- Castel Gandolfo (Italia) (AICA)
Al rezar el Ángelus desde la Plaza de la Libertad, en Castel Gandolfo, el pontífice recordó que "la meta es Dios, Amor infinito y eterno, plenitud de vida, paz, alegría y todo bien".

Tras celebrar la misa en la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María en Castel Gandolfo, donde permanecerá en su segundo período de descanso hasta el próximo martes 19 de agosto, el papa León XIV rezó el Ángelus con los fieles peregrinos que se dieron cita en la Plaza de la Libertad.
En su reflexión antes de rezar la oración mariana, el pontífice aludió a la figura de María, "fuente viva de esperanza", en versos de Dante Alighieri, el mayor poeta de la lengua italiana; y a través de los padres del Concilio Vaticano II, quienes "dejaron un texto maravilloso sobre la Virgen María".
Al final del documento sobre la Iglesia, recordó, el Concilio se refiere a la Madre de Jesús como "imagen e inicio de la Iglesia", que "brilla como signo de segura esperanza y consuelo para el Pueblo de Dios peregrino".
Una verdad de nuestra fe, dijo León XIV, que "está en perfecta sintonía con el lema del Jubileo que vivimos: 'Peregrinos de la Esperanza'".
El peregrino necesita una meta
Tras explicar que esto se debe a que "el peregrino necesita una meta que guíe su camino", una que "siempre reavive el deseo y la esperanza en su corazón", sostuvo: "Esta meta es Dios, Amor infinito y eterno, plenitud de vida, paz, alegría y todo bien".
"María, a quien Cristo resucitado llevó consigo en cuerpo y alma a la gloria, resplandece como un ícono de esperanza para sus hijos peregrinos en la historia", destacó y subrayó que "es un único misterio de amor y, por tanto, de libertad. Así como Jesús dijo 'sí', también María lo dijo, creyendo en la palabra del Señor".
"Y toda su vida ha sido una peregrinación de esperanza junto al Hijo de Dios y suyo, una peregrinación que, a través de la cruz y la resurrección, la hizo alcanzar la patria, el abrazo de Dios", puntualizó.
Por último, el papa León XIV concluyó afirmando que "mientras estamos en camino, como individuos, como familia, en comunidad, especialmente cuando aparecen las nubes oscuras y el camino se percibe incierto y difícil, levantemos la mirada, contemplémosla a ella, nuestra Madre, y volveremos a encontrar la esperanza que no defrauda".+