Domingo 13 de octubre de 2024

El Papa en Lovaina: 'El estudio tiene sentido si busca la verdad que nos hace libres'

  • 28 de septiembre, 2024
  • Lovaina (Bélgica) (AICA)
En el encuentro con los alumnos de esa casa de altos estudios, Francisco los exhortó a buscar siempre la verdad en sus estudios. "Sigan esperando y trabajando por un futuro mejor", animó.
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En el último acto público del segundo día completo de su Viaje Apostólico a Bélgica, el Papa Francisco se reunió con los estudiantes de la prestigiosa Universidad Católica de Lovaina, que celebra el 600 aniversario de su fundación.

Fue recibido por miembros del Consejo Rectoral, la rectora, Françoise Smets, y antes de entrar al auditorio, firmó el Libro de Honor.

Los estudiantes le entregaron una carta en la que compartían sus reflexiones sobre los temas de la responsabilidad ambiental, el papel de las universidades en el fomento de la conciencia y el cambio, y la necesidad de un nuevo enfoque cultural y espiritual para abordar las crisis ecológicas y sociales actuales.

La carta es el resultado de un esfuerzo colectivo que involucra a profesores, jóvenes investigadores y estudiantes que se reunieron para discutir su Carta Encíclica Laudato si' sobre el cuidado de nuestra casa común.

Se centran en cinco temas: las raíces filosóficas y teológicas de la actual crisis climática; el papel de las emociones y el compromiso; la cuestión de la desigualdad; la posición de la mujer y las actitudes de sobriedad; y la solidaridad frente a la emergencia climática.

La esperanza nunca decepciona
En su discurso, el Papa agradeció calurosamente a los estudiantes por compartir sus preocupaciones por el futuro y elogió la "pasión y esperanza" en su deseo de justicia y la búsqueda de la verdad.

Reconoció las diversas cuestiones planteadas en la carta, incluida la guerra, la explotación indiscriminada de los recursos y los pueblos en el Sur Global y las responsabilidades de la Iglesia en la legitimación de la dominación colonial pasada de Europa sobre otros pueblos.

A su vez, condenó cualquier abuso de la religión para la dominación como una distorsión blasfema de la imagen de Dios. Frente a estos males, animó a los estudiantes a seguir esperando, porque "la esperanza nunca decepciona".

No somos dueños de la creación dada por Dios
En cuanto a la cuestión central planteada en la carta sobre la relación entre cristianismo y ecología, el Papa destacó tres actitudes a cultivar.

En primer lugar, se centró en la gratitud por la creación de Dios, que ha sido confiada a la humanidad, haciéndonos "no dueños, sino huéspedes y peregrinos en la tierra".

La segunda actitud es la misión, nuestro deber de proteger y cultivar la creación para las generaciones futuras.

Francisco lamentó nuevamente que la preservación del medio ambiente siga siendo obstaculizada por la prevalencia de poderosos intereses económicos sobre las preocupaciones ecológicas.

"Somos huéspedes, no déspotas", insistió, exhortando a los estudiantes "a considerar el cultivo no solo de las ideas, sino también del mundo". "El diablo entra por los bolsillos... Mientras se dé prioridad a los mercados, nuestra casa común seguirá sufriendo".

Mencionó luego la fidelidad a Dios y a la humanidad, instando a un compromiso con el desarrollo integral que respete las dimensiones físicas, morales, culturales y sociales de la vida humana y "se oponga a toda forma de opresión y rechazo del otro". La Iglesia, dijo, "denuncia estos abusos, comprometiéndose sobre todo a la conversión de cada uno de sus miembros, de cada uno de nosotros, a la justicia y a la verdad".

En este sentido, advirtió contra "manipular la naturaleza en lugar de cultivarla", señalando la eugenesia, los organismos cibernéticos y la inteligencia artificial.

Francisco continuó reflexionando sobre otro punto abordado en la carta: el papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, que también atañe a la cuestión de la violencia de género y la injusticia, así como a los prejuicios ideológicos.

Recordando el papel significativo de la mujer en la historia de la salvación, el Papa reflexionó sobre la naturaleza esencial de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, y rechazó cualquier noción de rivalidad entre hombres y mujeres. En cambio, pidió respeto mutuo y colaboración, arraigados en la dignidad y la humanidad compartida.

"En la Iglesia, los hombres y las mujeres han sido llamados desde el principio a amar y a ser amados", observó.

Trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar
El pontífice habló luego sobre la formación académica de los estudiantes. Los animó a seguir su propio estilo individual de estudio, teniendo en cuenta que son parte de una comunidad, ya que la educación y la cultura son un esfuerzo colectivo.

También les recordó que no deben estudiar sólo para obtener un beneficio personal, sino para servir al bien común.

El estudio tiene sentido si busca la verdad que nos hace libres
Para concluir, el sucesor de Pedro instó a los estudiantes de la Universidad Católica de Lovaina a buscar siempre y dar testimonio de la verdad en sus estudios, porque "la verdad nos hace libres". Sin ella, planteó, el estudio se convierte en "un instrumento de poder, una forma de controlar a los demás; ya no sirve, sino que domina".+