Viernes 6 de diciembre de 2024

Mons. Castricone: 'Quiero unirme a quienes buscan justicia con sus reclamos'

  • 27 de mayo, 2023
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA)
El nuevo obispo auxiliar de Orán recibió su ordenación episcopal en la catedral San Ramón Nonato. El consagrante principal fue el diocesano local Luis Scozzina, quien lo alentó a ir a las periferias.
Doná a AICA.org

Monseñor Claudio Castricone, a quien el papa Francisco nombró obispo titular de Castra Nova y auxiliar de Orán, recibió su ordenación episcopal el viernes 26 de mayo en la catedral San Ramón Nonato. El consagrante principal fue el obispo de Orán, monseñor Luis Scozzina OFM, y los coconsagrantes fueron el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín; el obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego; y el obispo emérito de Concepción, monseñor Armado Rossi OP.

Participaron sacerdotes, religiosos y religiosas, junto con un grupo numeroso de fieles, autoridades provinciales, locales, y de las diferentes fuerzas de seguridad.

En la homilía, monseñor Scozzina expresó: “La Iglesia de la Nueva Orán, se alegra con el don del ministerio episcopal de nuestro hermano Claudio Pablo Castricone. Este acontecimiento es manifestación del cuidado y de la bondad del Padre Dios que bendice a su pueblo para que viva en plenitud su vocación bautismal”.

“Acogemos la novedad que el Espíritu nos regala en el ministerio episcopal del padre Claudio cuyo lema de ordenación es: “Jesucristo es el Señor”, agregó.

Asimismo, destacó que el lema escogido por el nuevo obispo auxiliar es aquel que lo guió durante “estos casi 40 años al servicio de la evangelización, que ha configurado su identidad como sacerdote y como padre de aquellas comunidades cristianas a las que acompañó en su misión de pastor en las iglesias hermanas de Rosario y Formosa”.

“El Espíritu es el que ha guiado su ministerio en la instauración del señorío de Jesucristo en el corazón de cada persona, en la historia de cada comunidad, y muy especialmente en la vida y en la historia de los más sufrientes y abandonados”, continuó.

Monseñor Scozzina se dirigió al ordenado y le recordó que “este pueblo fiel de Dios que acoge con amor y ternura tu entrega esponsal y tu compromiso de fidelidad en la escucha al Evangelio y del pueblo fiel, quiere renovar contigo su identidad misionera, sinodal y samaritana”.

"Hoy el don del Espíritu Santo por la unción y la imposición de las manos te constituye en sucesor de los apóstoles y te integra al Colegio episcopal para que junto con tus hermanos sirvas, cuides y apacientes al santo pueblo fiel de Dios”, agregó.

Monseñor Scozzina le pidió que no olvide que fue “elegido por el Señor, escogido entre los hombres y puesto para su servicio en las cosas de Dios”, al tiempo que le recordó que fue llamado a ser “servidor de Cristo para anunciar la Buena Noticia, aprendiendo cada día a renunciar a disponer de tu vida y de tu tiempo. Estar disponible a lo no programado, solícito para todos y abierto a lo imprevisto. Siendo hermano y menor en una Iglesia que debe regirse por ‘la lógica del abajamiento’. Todos estamos llamados a abajarnos, porque Jesús se abajó, se hizo siervo de todos”.

“Como servidor humilde cuida y acompaña a la Iglesia que se te confía y se fiel dispensador de los misterios de Cristo. Elegido para el cuidado de la familia de Jesús ten siempre antes tus ojos al buen Pastor que conoce sus ovejas y es conocido por ellas. Ama con amor de padre y de hermano a cuantos Dios pone bajo tu cuidado, especialmente, a los presbíteros colaboradores en el ministerio apostólico, a los pobres, a los más débiles y vulnerables, a los excluidos”, le indicó.

“Fuiste llamado -le recordó- a vivir tu vocación de pastor acompañando y exhortando a los laicos a vivir su vocación de ser discípulos misioneros, fieles a su misión de instaurar el Reino en medio de las realidades temporales; compartiendo la proclamación de la Palabra en el ministerio catequístico, privilegiando el anuncio del kerigma y progresividad del proceso de la fe en el camino a la santidad”.

El diocesano le pidió al obispo auxiliar que no se olvide de que "forma parte del Colegio episcopal en el seno de la Iglesia católica, que es una por el vínculo del amor" y lo alentó a que extienda su solicitud pastoral a "todas las comunidades cristianas, dispuesto siempre a acudir a las más olvidadas en los barrios marginales y en las periferias territoriales de nuestra diócesis”

“Cuida de todo el pueblo fiel que el Espíritu Santo te encarga guardar, como pastor de la Iglesia que en el nombre de Jesús ofrece el don del perdón y de la reconciliación para que todos lleguen al encuentro con el Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo”, concluyó.

» Texto completo de la homilía

Un nuevo servicio, no un ascenso
Seguidamente, monseñor Castricone manifestó: “Lo que quiero es caminar junto con los laicos, con el presbiterio, con el obispo Luis. Caminar juntos”, y agradeció a quienes trabajaron para hacer posible esta celebración, tanto en la liturgia como a los que se "encargaron de recibir a los que vinieron de distintos lugares". También agradeció a la diócesis de Orán.

En esa línea, aclaró que su ordenación no implica un ascenso, sino "un nuevo servicio". "Mirando hacia adelante quiero servir amando, quiero ser un padre cercano, quiero unirme a quienes buscan justica con sus reclamos", puntualizó, y agregó: "Tengo que aprender a ser obispo, les pido que me ayuden".

» Texto completo de las palabras de Mons. Castricone

Un largo camino hacia el episcopado
El presbítero Castricone nació en Villa Constitución, el 16 de abril de 1958. Realizó sus estudios sacerdotales en el Seminario Arquidiocesano de Rosario San Carlos Borromeo y recibió la ordenación sacerdotal el 23 de noviembre de 1984.

Ejerció diferentes ministerios y encargos en la arquidiócesis de Rosario: cuasipárroco de Nuestra Señora de Itatí, en el barrio Las Flores de Rosario (14 de diciembre de 1984); capellán del Colegio Santísimo Rosario (4 de enero de 1985); Representante legal de la escuela San Martín de Porres (10 de diciembre de 1985) y de la escuela Nuestra Señora de Itatí (10 de enero de 1985); administrador parroquial de Nuestra Señora de la Paz, en Villa Gobernador Gálvez (21 de abril de 1987); párroco de Nuestra Señora de Itatí (7 de octubre de 1988); párroco de la Inmaculada Concepción, de la localidad de Arteaga (desde 1993 a fines de 1995).

El 7 de diciembre de 1995, fue nombrado vicario parroquial de Nuestra Señora de la Consolata. Además, ejerció como capellán de la capilla San Vicente de Paúl, en Puente Gallegos de Rosario (1995). El 1º de julio de 1996, fue nombrado vicario parroquial de San Antonio de Padua y capellán del Hospital Español. Fue delegado episcopal para el área de Pastoral carcelaria (11 de abril de 1997) y en 1999, párroco de San Vicente de Paúl en Puente Gallegos de Rosario y capellán del Colegio Sagrada Familia entre los años 1997 y 2004.

Desde el año 2005 y hasta principios de 2010, trabajó en la diócesis de Formosa, en la parroquia San Francisco de Asís, de la ciudad de San Francisco del Laishí.+