Sábado 27 de abril de 2024

Mons. Colombo: "Seamos capaces de reconciliar y de reconciliarnos"

  • 30 de marzo, 2022
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza recordó que "la reconciliación no es un olvido, no es una amnistía; es un don, el regalo de Dios que permite sanar corazones y volver a la amistad con Él y con los demás".
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El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa desde desde la capilla Santa Lucía, de la localidad mendocina de Godoy Cruz, donde se recordó que en el marco del tiempo de Cuaresma se celebraba el Domingo de la Alegría”.

El arzobispo mendocino hizo hincapié en la lectura dominical en la que san Pablo invita a “dejarse reconciliar por Dios”, es decir, explicó “dejar a Dios actar en nosotros y desde nosotros con los demás”.

“La reconciliación no es un fruto apresurado, no es un olvido, no es una amnistía, la reconciliación es un don, el regalo de Dios que permite sanar corazones y volver a la amistad con Él y con los demás”, profundizó.

“Nosotros celebramos la reconciliación sacramentalmente por eso sobre todo en este tiempo de Pascua; pero a lo largo del año, es importante poder celebrar el sacramento de la reconciliación y también estamos llamados a reconciliarnos con aquellos que nos hemos distanciado o aquellos a los que hemos ofendido”, agregó.

Monseñor Colombo aseguró que “identificarnos con la misericordia, asumir la misericordia como el Padre, significa animarnos a perdonar y recibir en los otros a un hermano; animarnos a pedir perdón como el hijo pródigo y descubrir todo lo que nos hemos perdido, que es siempre la oportunidad de volver para que Dios obre su perdón y nos ayude”.

Asimismo, reconoció que "nos encontramos con la dificultad de los cristianos duros, cristianos rígidos, de los que se sienten siempre del lado de la ley; ciertamente hacen las cosas bien, pero no podría ser ese un motivo para diferenciarse o sentirse superiores a nadie", por eso, "el Señor nos invita a reconocernos, con humildad, cristianos; pero siempre necesitados también nosotros de perdón, aunque obremos el bien".

"Esta parábola del hijo pródigo y del padre misericordioso, nos habla del amor de Dios por nosotros y de ese hijo que es Jesús que no nos juzgó, que no se sintió superior a nosotros, que nos amó y que se entregó en la cruz por nuestra vida. Celebremos en este domingo de la alegría, la misericordia de Dios y seamos capaces de reconciliar y de reconciliarnos”, concluyó.+