Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Lozano: "Un grito que es vocación y misión"

  • 30 de agosto, 2020
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo, Mons. Jorge Lozano, invitó a escuchar el grito de esperanza de Juan el Bautista que "anuncia tiempos nuevos" incluso en las diversas crisis de hoy.
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El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, afirmó que hay hombres y mujeres que trascienden su tiempo, porque “son lumbreras en sus contextos socio-culturales, y su vida y mensaje permanecen a lo largo del tiempo más allá de la circunstancias” y consideró que uno de ellos es Juan el Bautista.

“La misión que le fue encomendada implicó una especie de quiebre histórico en el camino de la fe. Algunos de los Padres de la Iglesia lo consideraron como el último de los profetas del Antiguo Testamento, y el que inaugura el Nuevo con sus anuncios y el Bautismo de Jesús”, sostuvo, y agregó: “Es el Precursor de Jesús tanto en la predicación como en el martirio”.

“Tan importante fue su figura que en aquel momento hubo quienes pensaron que él era el Mesías esperado por el Pueblo de Israel. Tan fuerte fue su incidencia. El Evangelio nos aclara que Él no era la luz, sino el testigo de la luz", subrayó.

El arzobispo sanjuanino destacó que Juan el Bautista “suscitó una gran atracción y eran muchos los que acudían a escuchar sus predicaciones” y recordó que cuando le preguntaban ¿quién eres? ¿Eres el mesías? Él lo negaba y se define de este modo: “Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías”.

“Este modo de presentarse no fue casual. Define así su vocación y misión. No pasará inadvertido ese grito”, aseveró.

El prelado enfatizó que Juan el Bautista fue “un hombre de mantener sus opciones a pesar de las consecuencias adversas que esto le podía acarrear”.

Tras expresar que es sabido que “algunas opciones no son fáciles de sostener en el tiempo”, fundamentó: “Plantear abstracciones puede suscitar una discusión académica, señalar defectos en los débiles puede no tener consecuencias serias. Pero para denunciar a los poderosos, a los violentos, hay que tener agallas. Amar más la verdad que el propio pellejo”.

“Así lo hizo Juan. No se achicó ante las amenazas de cárcel y el riesgo de muerte. Aun así mantuvo sus denuncias al poder. No fue una sorpresa escuchar a Juan evidenciando lo que querían pasar por alto. Desde el inicio de su predicación pública fue claro en interpelar a los escribas, fariseos, sacerdotes, militares… Nadie quedaba exento del llamado a la conversión”, indicó.

Monseñor Lozano recordó que “la Buena Noticia tiene una dimensión universal. Podemos aplicar lo expresado en la Carta a los Hebreos: ‘la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que una espada de doble filo; ella penetra hasta lo más íntimo del ser, hasta las articulaciones y la médula, y es capaz de discernir los pensamientos y las intenciones del corazón’”.

“El sábado 29 de agosto se celebró el Martirio de San Juan Bautista. Escuchemos su grito de esperanza que nos anuncia tiempos nuevos incluso hoy, en las crisis diversas que estamos atravesando”, concluyó.+

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