Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Malfa invitó a rezar por "la vida nueva, única, irrepetible"

  • 9 de diciembre, 2020
  • Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
En su mensaje de Adviento, el obispo de Chascomús animó a prepararse para la venida del Señor, y llamó a la comunidad a rezar por el derecho a la vida.
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El obispo de Chascomús, monseñor Carlos Humberto Malfa, envió un mensaje a la comunidad diocesana con motivo del inicio del tiempo de Adviento.

Dividido en tres partes, con una cita en cada uno, “Anuncien a todos los pueblos y díganles: Miren, Dios viene, nuestro Salvador”, “Hoy nos ha nacido el Salvador, queridísimos, no hay lugar para la tristeza en el día que nace la vida” y “Oren sin cesar”, el prelado se dirigió a la comunidad.

En el primer apartado, citando una antífona de Adviento, dijo que se trata de un tiempo de “camino y actitud”, para prepararnos para la Navidad. Por un lado, “es el camino que recorremos como Pueblo de Dios atraídos por el ‘Dios que viene’ y que nos lleva a caer de rodillas ante el pesebre para adorar su presencia y contemplar su rostro”. Por el otro, “es la actitud que hace de nuestra vida un adviento porque Dios viene siempre, nos abraza con su Amor que salva y consuela y hace nacer la esperanza”.

Con una frase del Sermón de Navidad de San León Magno, el segundo punto menciona la pandemia como “amenaza de la alegría que trae la vida”. Además, monseñor Malfa citó al proyecto de ley de aborto enviado al Congreso, “realidad sensible que no solo divide, sino que también enfrenta a los argentinos”.

“El aborto siempre será una violencia contra la mujer y la muerte de un inocente”, afirmó el prelado de Chascomús, e invitó a comprender “la angustia de un embarazo no buscado y, más aún, la compasión cuando llega por la experiencia terrible de una violación y abuso hacia la mujer”. Pero también mencionó “la vida nueva, única, irrepetible al mismo tiempo débil e indefensa y que tiene derecho a nacer, tiene derecho a vivir”.

Más adelante, indicó: “Tengamos claro que al hablar del aborto no estamos hablando de religión sino de dignidad”; “la dignidad inviolable e incomparable de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”. Por eso, aclaró que “los ciudadanos tenemos derecho a esperar que brille la sabiduría y la responsabilidad en nuestros legisladores y políticos, para que la ley defienda siempre a los más débiles y así construya el bien común”.

En el tercer punto, citando a San Pablo, monseñor Malfa recordó la solemnidad de la Inmaculada Concepción celebrada este 8 de diciembre y la clausura del Año Mariano Nacional, y rogó a los sacerdotes de la diócesis que “estemos unidos en una ininterrumpida oración por la vida, personal y comunitariamente, participando de la Eucaristía, rezando el rosario y realizando horas santas y la oración del Cerco de Jericó”.

“Nuestra fe en el Dios de la vida, la dignidad de hijos y la misión de fraternidad nos llevan a agradecer, elegir y anunciar el don maravilloso de la vida, lleno de gratuidad y belleza, cuya aceptación es siempre signo de esperanza que nos orienta para hacer una sociedad más humana”, dijo al concluir el obispo, bendiciendo a la comunidad en Cristo y María Santísima. +

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