Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Ojea: El Señor viene en medio de grandes oscuridades

  • 13 de diciembre, 2020
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro evaluó como "una mala noticia" la media sanción de la ley de aborto y advirtió que esto "forma parte también de una oscuridad de nuestra Patria".
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El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, recordó que el tercer domingo de Adviento se llama “domingo de la alegría” porque ya se siente la presencia cercana de la Navidad.  

“El Señor está cerca y así como sentimos los pasos inconfundibles del ser querido, con su ritmo que conocemos perfectamente, ya vamos sintiendo los pasos del Señor. Pero hoy viene en medio de la noche”, destacó en su reflexión semanal.

El prelado sanisidrense presentó la figura de San Juan Bautista, el profeta que avisa: "El que ha de venir está entre nosotros y no lo conocemos".

"Nuestra fe nos dice que Él viene con seguridad, pero viene en medio de la noche, viene en medio de grandes oscuridades; viene en medio de esta pandemia que ha producido desaliento, tristeza, enojo, violencia, inseguridad con respecto al futuro, preocupación”, aseguró.

En otro momento de su reflexión, monseñor Ojea consideró "una mala noticia" la media sanción de la ley de aborto y señaló que esto "forma parte también de una oscuridad de nuestra Patria".

"Pero, sin embargo, viene el Señor, viene la luz en medio de las tinieblas, y al venir la luz tenemos que abrir nuestro corazón e intentar reconocerlo. Reconozcámoslo en aquellos hermanos nuestros que crean espacios de fraternidad que sirven de verdad a la vida”, pidió. 

“Hoy estuve con una voluntaria del hospice; ella me contaba cómo había acompañado a un enfermo terminal en sus últimos momentos. Qué maravilla es tan bien servida la vida, en todas las etapas, pero especialmente también cuando termina. Estuvimos hablando durante mucho tiempo de la vida que germina. Y me pareció maravilloso esto de acompañar la vida también en los tramos finales", contó, y destacó: “Son luces a través de las cuales viene el Salvador”.

"Abramos nuestro corazón para recibirlo con alegría”, concluyó.+