Mons. Uriona: 'El sacerdocio es una respuesta a un llamado personal de Dios'
- 15 de junio, 2025
- Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
Así lo recordó el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto al ordenar presbítero al diácono Federico Báez. "El Señor te envía a servir a su pueblo según el modelo de su Hijo", subrayó.

El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, presidió la ordenación sacerdotal del diácono Federico Báez. Fue en el marco de una celebración que congregó a familiares, amigos y fieles de las comunidades en las que el flamante presbítero prestó su servicio pastoral como seminarista.
Durante su homilía, el obispo reflexionó sobre la iniciativa divina en las vocaciones, citando el llamado de Jeremías: "Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado".
Monseñor Uriona subrayó que "esta misma iniciativa divina la vemos hoy plasmada en la vida de Federico, a quien el Padre conoce y ama desde siempre y que, desde su infinita Misericordia, lo ha llamado a esta vocación particular".
Llamado personal de Dios
El prelado destacó que "el sacerdocio no es una aspiración meramente humana, sino una respuesta a un llamado personal de Dios. Es un don gratuito, una gracia inmerecida que brota del corazón amoroso del Padre".
Asimismo, recordó que, así como Jeremías experimentó temor ante la magnitud de su misión, también en el camino sacerdotal se experimentan dudas, pero debe resonar siempre: "No temas, porque yo estoy contigo para librarte".
Reflexionando sobre el Evangelio de Lucas, citó las palabras de Jesús: "Yo estoy en medio de ustedes como el que sirve", y enfatizó que "tu autoridad como pastor no debe radicar nunca en el poder o el prestigio, sino en la capacidad de amar y servir a ejemplo del Maestro".
El obispo compartió la sabiduría de la madre de san Juan Bosco, quien le decía a su hijo: "Debes saber Juanito que las gradas del altar se suben bajando". Exhortó al nuevo sacerdote a despojarse de toda ambición personal, poniéndose al servicio de los más necesitados.
Dirigiéndose al ordenando, expresó: "Querido Fede, el Señor que te ha llamado por tu nombre y que ahora te ungirá con su Espíritu, te hace partícipe de su único Sacerdocio y te envía a servir a su pueblo según el modelo de su Hijo".
Por último, monseñor Uriona encomendó el ministerio al Inmaculado Corazón de María y a san Expedito para que impulsen una entrega generosa.
Palabras del nuevo sacerdote
Al finalizar la celebración de su ordenación sacerdotal, el padre Báez dirigió unas palabras de agradecimiento que abarcaron a las personas y comunidades que lo acompañaron en su camino vocacional.
El neopresbítero reflexionó sobre el lema de su ordenación centrado en el reconocimiento de Jesús al partir el pan y destacó que su vocación no se basó en capacidades propias sino en el amor gratuito de Dios.+