Lunes 29 de abril de 2024

San Nicolás: mantienen viva la memoria de Mons. Carlos Ponce de León

  • 12 de julio, 2023
  • Ramallo (Buenos Aires) (AICA)
Numerosas personas participaron de la misa por el obispo nicoleño asesinado. La presidió el obispo Joaquín Sucunza, en la ermita construida en el kilómetro 211 de la ruta 9. Mensaje del Papa.
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Al cumplirse el 46º aniversario del deceso de monseñor Carlos Ponce de León, quien fue obispo de San Nicolás de los Arroyos, durante toda la semana hubo actividades en su memoria en el Museo Casa del Acuerdo, donde se presenta la muestra “Mártires del pueblo”, con fotos y objetos tanto de ese prelado como del beato Enrique Angelelli, los padres palotinos y las monjas francesas; todos ellos referentes religiosos asesinados durante la última dictadura militar.

Ayer, 11 de julio, se celebró la misa en la ermita construida en el kilómetro 211 de la ruta 9, lugar donde murió el prelado. El presbítero Enrique Ciro Bianchi, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA), destacó que a pesar de la lluvia persistente, la Eucaristía contó con una buena concurrencia.

La celebración eucarística fue presidida por monseñor Joaquín Sucunza, obispo auxiliar de Buenos Aires, y concelebrada por una veintena de sacerdotes de la diócesis de San Nicolás de los Arroyos.

En los saludos finales, monseñor Sucunza agradeció a los presentes por su asistencia pese al tiempo inclemente y transmitió el saludo del Papa Francisco. “Quiero decirles que el Papa Francisco está al tanto y nos anima en la búsqueda”, expresó.

Monseñor Sucunza finalizó la misa impartiendo la bendición con el báculo de monseñor Ponce de León.

También se leyó una semblanza del obispo y el estado de su causa, recordando que Ponce de León, “con sencillez y firmeza, encontró caminos para hacer una Iglesia cercana al pueblo y sus necesidades, como lo pedía el Concilio Vaticano II. Una Iglesia samaritana, que se conciba prójimo de cualquiera que estuviera tirado al borde del camino. Una Iglesia cercana a los pobres, a quienes en su testamento llamó 'mis amigos e intercesores'".

“Este año es para nosotros sumamente especial”, se lee en el texto, que explica que, el 23 de febrero de 2023, la Justicia dictaminó “que ya no se puede decir que su muerte es cosa juzgada como accidente”.

Investigarán atentado contra el obispo Ponce de León
La Cámara Federal de Apelaciones de Rosario anuló -consigna Vatican News- la sentencia que había determinado, en 1978, que la muerte del obispo de San Nicolas había sido un accidente de tránsito.

“A un ritmo lento pero firme, cada vez son más los que descubren algo que para nosotros es una convicción desde hace mucho tiempo: al obispo lo mataron. Todavía esperamos que su muerte alcance una justicia largamente esperada”, añade el mensaje, en el que se pide a Dios “que no sufra el doble martirio de que maten su cuerpo y su memoria”.

“El testimonio de Carlos Horacio Ponce de León, al igual que el de Angelelli y sus compañeros, el de los palotinos, y el de tantos otros que dijeron presente en esa difícil encrucijada, tiene mucho para decirnos”, establece la semblanza.

“Su sangre esparcida sobre este lugar, en esa mañana de neblina de hace ya 46 años, se convierte hoy en fuente de memoria y esperanza. Sin pretender adelantarnos al juicio de la Iglesia, rogamos a Nuestra Señora de Luján aquí presente que le conceda a nuestro pueblo argentino el reconocimiento público de la entrega de la vida de este obispo cercano y servidor".

La muerte de monseñor Ponce de León ocurrió el 11 de julio de 1977, mientras transitaba la ruta nacional 9 en la jurisdicción de la ciudad de Ramallo, luego de que su vehículo fuera embestido por una camioneta.    

Investigaciones de peritos en Accidentología comprobaron que la camioneta que ocasionó el fallecimiento del obispo no estaba transitando por el lugar, sino que se encontraba detenida, y que luego cruzó de forma transversal y que no estaba tripulada al momento del impacto. Otro de los peritajes determinantes ha sido un examen antropológico del cadáver del obispo fallecido, que demostró la ausencia de “fractura y hundimiento de cráneo”, como lo describía la autopsia de 1977.+