Servir con alegría: Jorge José Barrientos fue ordenado diácono en Berón
- 12 de junio, 2025
- Corrientes (AICA)
El arzobispo de Corrientes, Mons. José Larregain, presidió la misa y centró la homilía en el valor del servicio, la humildad y la oración como pilares de la vida cristiana.

El arzobispo de Corrientes, monseñor José Larregain OFM, presidió en Berón la ordenación diaconal del acólito Jorge José Barrientos. En su homilía, destacó la grandeza del diaconado como vocación permanente, no transitoria, y recordó el sentido del servicio cristiano.
El prelado subrayó que el diaconado "no es simplemente un paso hacia el presbiterado, sino una elección de vida" y llamó a redescubrir la dimensión diaconal a través del servicio humilde y generoso.
Inspirado en el gesto de Jesús durante la Última Cena, donde lavó los pies de sus discípulos, monseñor Larregain explicó que esta actitud de entrega debe ser el modelo para todo servidor del Evangelio.
"La actitud del servicio, la humildad, la misericordia, la compasión, la caridad, son fundamentales para vivir el Evangelio", expresó el arzobispo correntino.
El arzobispo correntino advirtió también sobre el riesgo de un servicio "protestón", motivado por el deber y no por el amor, e insistió en que "sólo desde una experiencia personal con Dios se puede sostener un servicio gozoso, fecundo y perseverante".
Recordó, asimismo, el testimonio de la Madre Teresa de Calcuta como ejemplo de servicio incondicional: "No lo hago por dinero, lo hago por amor", citó. Este amor, dijo, nace del encuentro con Dios y se fortalece con la oración.
Dirigiéndose a Barrientos, monseñor Larregain lo invitó a vivir tres actitudes fundamentales: disponibilidad en la entrega, mansedumbre en el servicio y perseverancia en la oración.
"La entrega no debe tener condiciones, la mansedumbre debe ser auténtica y la oración debe sostener cada paso que des como diácono", enfatizó.
La ceremonia culminó con el rito de la ordenación, en el que Barrientos se postró ante el altar en señal de entrega total a Dios y a su pueblo.
"Te deseo de corazón que vivas un feliz y fecundo tiempo de diaconado. Que esta nueva etapa esté marcada por el amor, la humildad y una oración constante", concluyó monseñor Larregain.
La comunidad de Berón celebró con alegría este hito, acompañando al nuevo diácono con aplausos, abrazos y oraciones, en una jornada que quedará grabada como un testimonio vivo del llamado al servicio cristiano.+