Organizado por la Pastoral Artística, que celebró su primer año de vida, el Jubileo tuvo talleres de baile, canto, teatro y cerámica, resaltando el valor de los talentos al servicio de Dios.
El Cevilaf y el Secretariado Nacional para la Pastoral Familiar las alientan a no perder la fe ante las dificultades y a fortalecer la esperanza y la fraternidad en medio de la realidad social.
El obispo de Deán Funes, monseñor Enrique Eguía Seguí, la declaró santuario diocesano el 12 de octubre, consolidando a Villa de María del Río Seco como nuevo destino de fe de la prelatura.
Con el lema "Con María y Ceferino, peregrinos de la esperanza", reunió a 110 referentes e integrantes de las distintas áreas pastorales, junto a los sacerdotes de la jurisdicción.