A seis años de su visita a la isla de Lampedusa, el papa Francisco presidió este lunes una misa en la basílica de San Pedro, donde recordó que los migrantes son "antes que nada seres humanos", denunció las torturas, maltratos y violaciones a las que son sometidos y aseguró que "nadie está exento" de la tarea de asistirlos.
Durante el rezo del Ángelus, el papa Francisco recordó que la oración cristiana no debe limitarse a las necesidades personales, sino que debe tener una dimensión universal. También pidió que se organicen "corredores humanitarios" para los migrantes más necesitados, al manifestar su condena por el bombardeo a un centro de detención de refugiados en Libia. "La comunidad internacional no puede tolerar hechos tan graves, rezo por las víctimas", subrayó.
"Me gustaría visitar la Argentina el año próximo", dijo el pontífice en una entrevista al diario La Nación. Estiman que el viaje puede concretarse en el segundo semestre e incluir a Uruguay. Una celebración religiosa favorece las posibilidades de que se haga realidad.
El papa Francisco aprobó el decreto de la Congregación de las Causas de los Santos por el que se reconoce santo al beato portugués Bartolomeu Fernandes dos Mártires, más conocido como Bartolomeu dos Mártires. El Santo Padre firmó este decreto el viernes 5 de julio durante una reunión con el prefecto de la Congregación, cardenal Angelo Becciu, en la que también se firmaron otros 8 decretos.