Fue en el marco de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. El arzobispo tucumano invitó a los fieles a ser "signos vivos del amor del Señor" en medio de las dificultades que atraviesa el país.
Más de mil agentes de pastoral participaron en la asamblea celebrada el 3 de agosto. Mons. Braida ofreció una conferencia en la que animó a ser una Iglesia en salida, viva y misericordiosa.
Será del 15 al 17 de agosto y llevará como lema "Peregrinos de esperanza, alegres en la misión". Esperan a 4.000 miembros. Sus autoridades la definen como una fiesta de fe, encuentro y misión.
El arzobispo de Tucumán recordó que todavía falta mucho para vivir en una Argentina como "una gran familia, en la que la fraternidad, la solidaridad y el bien común incluyan a todos".