Miércoles 4 de junio de 2025

Mons. Ferrari: 'Renovemos el compromiso por el bien común incluyendo a todos'

  • 26 de mayo, 2025
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
En el 215° aniversario de la Revolución de Mayo, el obispo auxiliar de Tucumán pidió no ser indiferentes ante el dolor ajeno, tender puentes y trabajar por una Patria que abrace y devuelva la dignidad
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En la catedral de Tucumán se celebró el tedeum tradicional por el 25 de Mayo, al conmemorarse el 215° aniversario de la Revolución de Mayo. La celebración fue presidida por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez y concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Roberto Ferrari, junto a miembros del clero tucumano.

Entre los presentes se encontraban autoridades de los tres poderes del Estado provincial, encabezadas por el gobernador Osvaldo Jaldo; la intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; ministros del gabinete provincial, legisladores, intendentes, delegados comunales, miembros de la Corte Suprema de Justicia provincial y representantes de las fuerzas de seguridad.

En su homilía, monseñor Ferrari ofreció una reflexión inspirada en el Evangelio del día: la parábola del Padre Misericordioso. El obispo trazó un paralelismo entre la historia bíblica y la realidad de la Argentina actual, enfocándose especialmente en los jóvenes que emigraron o que viven situaciones de exclusión dentro del propio país.

"Tenemos muchos jóvenes que se han ido, y la Patria, también con dolor, se los ha permitido, deseándoles lo mejor. Otros, que andan entre nosotros, pero están perdidos, en las calles, en las adicciones, en la marginación. Ninguna vida está perdida. Toda vida vale", expresó.

Monseñor Ferrari también llamó a no acostumbrarse al sufrimiento ajeno ni a naturalizar la desigualdad. "Que la realidad nos golpee para no dormirnos. Que no dejemos de ver a los que sufren, como no dejamos de admirar los cerros de nuestra provincia", sostuvo.

A lo largo de su mensaje, el obispo auxiliar insistió en la necesidad de tender puentes, de promover "consensos superadores", y de dejar de lado las mezquindades para trabajar por una Patria que incluya y abrace a todos, especialmente a los más postergados.

"La democracia es como la familia: cada uno tiene un rol y una responsabilidad. No podemos dejar solos a quienes están más lejos o caídos. Necesitamos una Patria que sepa correr hacia los otros, como el padre del evangelio, y que abrace sin condiciones", consideró.

Concluyó la homilía con un llamado a la unidad, al compromiso por el bien común y a la recuperación del sentido fraterno de la Nación: "Hoy celebramos la vida de la Patria, de sus hijos, de sus próceres y de tantos anónimos que construyen una Argentina mejor. Que renovemos el compromiso de vivir en esta casa común con respeto, dignidad y fraternidad. ¡Viva la Patria!"

Al final de la misa los presentes entonaron el Himno Nacional Argentino, en un ambiente de recogimiento y compromiso renovado por el futuro del país.+

» Texto completo de la homilía